Es una frase que cuesta decir. Pero, una vez que lo hacemos, es importante ponernos manos a la obra cuanto antes para agilizar el proceso.
¿Sabías que en España los pisos tardan una media de entre mes y medio y dos meses hasta ser vendidos? Sin embargo, algunos pueden llegar a tardar más de un año. Sea como sea, es fundamental tener preparada la documentación necesaria cuanto antes.
Queremos explicarte cuál es la documentación requerida para vender un inmueble ante notario. Evidentemente, no es lo mismo vender una casa con hipoteca que sin ella. En cualquier caso, existen dos grandes clases de documentos que debes preparar:
Cédula de habitabilidad
Este documento acredita que una vivienda está en condiciones de ser habitada porque cumple todos los requisitos legales de salubridad y seguridad.
Una vez obtenida, es válida por un periodo de entre 5 y 15 años, que varía en función de la comunidad autónoma. Para conseguirla, debes ir a tu ayuntamiento o a una oficina de la vivienda si existe en tu comunidad y pagar entre una horquilla de entre 65 y 160 euros. Desde que la solicites, tardarás unos 45 días hábiles en tenerla.
Nota simple
El Registro de la Propiedad es el lugar al que debes acudir para obtenerla. Es un documento oficial que especifica quién es el propietario, qué características tiene la vivienda y cuáles son sus cargas si las hay.
Solo tardarás un par de días en obtenerla y deberás pagar 9,02 euros. ¡Es imprescindible en España, da igual dónde vivas!
Certificado de eficiencia energética
Conocido también como certificado energético, informa de cuál es el nivel de consumo energético de la vivienda y de cuáles son sus emisiones nocivas.
Te costará entre 60 y 100 euros adquirirlo, y debes hacerlo a través de un técnico o una empresa cualificados. Una semana es el plazo habitual para obtenerlo. Evita la tentación de prescindir de él: el incumplimiento de esta obligación legal acarrea multas de hasta 6.000 euros.
Escritura de compraventa
Este documento confirma jurídicamente la realización de la compraventa de un inmueble e incluye el nombre de su nuevo propietario.
Es imprescindible para el Registro de la Propiedad y se ha de entregar una copia a cada participante en la firma del contrato.
Recibo del pago del IBI
Todos los propietarios de viviendas tienen que pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles. Seguramente sabes que es un abono anual que se calcula a partir del valor catastral del inmueble.
En general, varía entre el 0,4 y el 1,3 %. Para demostrar que estás al corriente de pago y no debes nada, puedes presentar el último recibo o un certificado del ayuntamiento.
Certificado de estar al corriente de pago con la comunidad
También debes contar con una certificación firmada por el presidente o el administrador de tu comunidad de vecinos. En ella, constará que has pagado todas tus cuotas y que no debes nada. No tardarás más de una semana en tenerlo.
Certificado de Inspección Técnica del Edificio
Las comprobaciones y las validaciones del estado de los edificios son obligatorios cuando tienen más de 45 años de antigüedad. Se centran en analizar su habitabilidad y su seguridad. En inmuebles así de viejos, es imprescindible para su compraventa.
¿Quieres obtenerlo? Pídeselo al administrador o al presidente, o bien consíguelo en tu ayuntamiento. Te costará 60 euros y no suele transcurrir más de un mes antes de que lo tengas.
Últimos recibos pagados de los suministros
Son el justificante de que todo está pagado y de que no hay ninguna carga que pueda interferir en la compraventa. ¡Ojo! Tan importante como estar al corriente del pago es poder demostrarlo.
Si no tienes la documentación, pide a tu banco los extractos acreditativos o contacta con las compañías suministradoras. En una semana tendrás estos documentos en tu poder.
Algunas consideraciones finales
Si nos permites el consejo, lo ideal es realizar todos estos trámites antes de poner en marcha el proceso de compraventa. Muchos portales inmobiliarios exigen su presentación para publicar el anuncio. En cualquier caso, la transacción suele acelerarse muchísimo y, con frecuencia, supone un incentivo para los potenciales compradores.
Si trabajas con una empresa o un agente inmobiliario, puedes delegar en ellos estas labores. Son profesionales y te cobrarán una tarifa, pero te evitarás quebraderos de cabeza y pérdidas de tiempo.
Además, si te has dicho «quiero vender mi casa» y tu propósito es conseguirlo cuanto antes, piensa también en modo comprador. Estudia los consejos habituales para comprar casa y facilita las cosas a cuantos estén interesados. Tener toda la documentación lista es, no cabe duda, un muy buen punto de partida.