Hipoteca y seguro son dos cuestiones ligadas irremediablemente. ¿Sabes por qué? A continuación te sacamos de dudas. La compra de una vivienda es una de las decisiones más importantes que afrontarás a lo largo de tu vida. Y, en la mayoría de los casos, tienes que recurrir a solicitar financiación. Según fuentes de Estamos Seguros, entre 2005 y 2020, 1.750 personas o familias han comenzado diariamente el proceso de adquisición de una vivienda. Lo han hecho mediante un préstamo hipotecario. Y, aunque poco probables, los riesgos vinculados a una hipoteca pueden darse y resultar, por desgracia, realmente dañinos.
La única solución posible para evitar sustos, ahorrarte dolores de cabeza y mitigar esos posibles riesgos es contratando un seguro. Pero posiblemente te preguntes ¿Qué tipo de seguro me conviene?, ¿Hay seguros vinculados a hipotecas?, o ¿Contratando un solo seguro estaré cubierto?. La respuesta a esto último es no: dependiendo de los aspectos que desees cubrir, tendrás que elegir un tipo de seguro u otro. A continuación te contamos cuáles son los seguros más destacados y cuál es el objetivo de cada uno de ellos.
El seguro de incendios es la póliza más básica que se puede contratar. ¿Tienes ya la tuya? Es obligatorio por ley disponer de una póliza de daños de este tipo para que tu banco te conceda un préstamo hipotecario, así que seguramente sí.
Básicamente, este seguro protege la estructura de tu vivienda, lo que se conoce más comúnmente como el continente, en caso de incendio. Si tu vivienda quedara destruida como consecuencia de un accidente, tendrá que ser la aseguradora la encargada de afrontar la deuda pendiente con el banco. Esto supondrá una ayuda decisiva para rehacer tu vida.
Como imaginarás, normalmente, los seguros de hogar cubren siempre el continente, es decir, la estructura de la vivienda. Paredes, suelos, techos entran siempre dentro del ámbito de actuación de estas pólizas. No obstante, los seguros del hogar también cubren en muchas ocasiones el contenido: los bienes, el mobiliario y los enseres que se encuentran dentro de la vivienda. Esto incluiría, asimismo, tus joyas y obras de arte que poseas, entre otros muchos tipos de elementos. Eso sí, cada póliza puede variar en cuanto a las coberturas en este ámbito, por lo que tendrás que revisarla antes de firmarla. Por otro lado, es bastante común que se incluya en este seguro la responsabilidad civil y una serie de servicios de uso exclusivo para los asegurados.
El seguro de incendios asegura únicamente el continente, y ante unos riesgos muy concretos: una explosión, un incendio y algunos fenómenos climáticos extremos. El seguro del hogar, por su parte, te permite asegurar también tus bienes y te ofrece algunas coberturas adicionales: desde los daños causados por el agua a los actos vandálicos, los robos y hurtos, los daños eléctricos...
El seguro de vida riesgo está pensado para ayudar a tu familia en caso de que fallezcas, entregándole una suma de capital o con una renta de pago periódico. En estas pólizas de seguros puedes combinar la cobertura de fallecimiento con otras opcionales, como las de incapacidad o accidente. Para determinar el capital que debes asegurar, nuestra recomendación es que tengas en cuenta además de las deudas pendientes, las personas a tu cargo. También has de contemplar el nivel de vida en el a actualidad de tu unidad familiar, o si tienes hipoteca y seguros de otros tipos.
Ten en cuenta que, según un informe publicado por Estamos Seguros, de los 3,3 millones de personas que están pagando una hipoteca en España 4.650 (1.900 de menos de 55 años) fallecieron o sufrieron algún tipo de invalidez prematura e inesperada. Por suerte, contaban con la protección del seguro para evitar la pérdida de la vivienda. Esos pagos supusieron, como media, unos 28.000€ en cada caso; una cantidad más que respetable.
El de protección de pagos es un tipo de seguro para el hogar que, en caso de darse las condiciones necesarias, abona una cantidad equivalente a la cuota mensual del préstamo, personal o hipotecario, que el asegurado necesite sufragar. Se activa en caso de baja laboral por enfermedad o accidente, desde el mismo momento del siniestro, o cuando el usuario se encuentra de repente en situación de desempleo. Además, en estos casos existe la posibilidad de hacer una contratación a dos personas: así, en aquellos préstamos concedidos a dos titulares, la parte proporcional de cada asegurado podrá pagarse en todo momento.
Como ves, hipoteca y seguro son dos conceptos muy relacionados. Contar con cualquiera de estos seguros no puede evitarte el dolor en caso de robo o accidente, pero sí, cuando menos, salvarte de la ruina. En Ibercaja te recomendamos que contrates una póliza que te permita vivir más tranquilo; supondrá un importante descanso. ¿A qué esperas para calcular tu presupuesto? Ponte en contacto con nosotros y resolveremos todas las dudas que puedas tener. ¡Estaremos encantados de atenderte!