02 de diciembre de 2025
El Erasmus nunca defrauda en lo que a diversión y viajes se refiere. Pero, si ya estás en el proceso, sabrás que hay mucho que organizar: papeleo entre universidades, alojamiento, el dinero con el que vas a contar…
Cruzar las fronteras del país hasta una ciudad europea es el sueño de muchos estudiantes. Ya sea para unos meses o para el curso completo, el programa Erasmus es un gran atractivo que une los nervios de afrontar lo desconocido, la ilusión por los planes diferentes y el vértigo del primer contacto con la independencia.
El Erasmus, sin duda, va a dejarte huella. Pero, ojo: no es un año sabático, sino una experiencia que también se planifica. Y es que conlleva un reto al que la mayoría se enfrenta por primera vez: aprender a gestionar el dinero fuera de casa. Si este año tienes previsto estudiar fuera (o ya has comenzado la aventura), recuerda que, además de organizar los próximos viajes, debes organizar bien tus finanzas.
Puedes seguir esta guía práctica para sobrevivir en tu Erasmus o utilizarla como checklist para asegurarte de que no te falta nada por meter en la maleta.
La beca Erasmus es el principal ingreso de los estudiantes inscritos en el programa. Su importe varía según el coste de vida del destino y la duración de la estancia. Sin embargo, no suele ser suficiente para cubrir todos los gastos fijos: alojamiento, comida y transporte. Además, normalmente se recibe una parte algunos meses después de comenzar la experiencia y el resto, al regresar a la universidad de origen.
Y como no hay presupuesto sin dinero, hasta que te abonen la ayuda, deberías poder contar con un colchón del que ir tirando. Una opción es ahorrar poco a poco antes de marcharte. Puedes hacerlo, por ejemplo, a través de aportaciones periódicas a una cuenta metas.
Para complementar, muchas comunidades autónomas y universidades ofrecen sus propias becas. Revisa bien los plazos y todas las opciones disponibles con tiempo porque suelen cerrarse durante el curso anterior.
El acuerdo de estudios, convalidar asignaturas, escoger entre residencia y piso, familiarizarte con el idioma… Son solo algunas de las gestiones que, seguro, has tenido que llevar a cabo –o estás en ello– y que ya por sí solas son un dolor de muelas.
Intenta dedicar un rato de tu tiempo a elaborar una estimación de presupuesto que podrás perfeccionar una vez hayas pasado unas semanas en tu destino. Para ello, ten en cuenta que los pagos con tarjeta en el extranjero no suelen cobrarse al momento, sino que aparecen durante unos días como saldo retenido.
Infórmate acerca del coste de vida medio del país y asegúrate de contar con los imprevistos y viajes –vas a tener ganas, muchas ganas, de visitar nuevos rincones–. Con la app de tu banco puedes hacer un seguimiento de tus gastos para tenerlo todo bajo control. Así que no te dejes llevar por la emoción el primer mes. No querrás ver telarañas en tu cartera con todo el Erasmus por delante.
¿Es necesario abrir una cuenta bancaria en el país de destino? Puedes valorarlo, pero lo más sencillo es mantener la cuenta que tengas abierta en España y asociarle una tarjeta (si todavía no lo has hecho). A esa cuenta puedes domiciliar las becas para tener a mano todos los recursos con los que afrontar tu aventura en el extranjero. Y, si te quedas corto, aunque estés lejos, tu familia te puede enviar un bizum o traspasar saldo a tu cuenta.
En general, las cuentas y tarjetas jóvenes están exentas de comisiones y tienen ventajas interesantes fuera de España. Por ejemplo, un mínimo de retiradas gratuitas de dinero en cajeros automáticos o el pago en otras divisas también sin comisión. Antes de nada, consulta y revisa siempre con tu banco las condiciones.
Lo principal es buscar el alojamiento con tiempo para no quedarte con “las migajas” porque las mejores alternativas calidad/precio vuelan. Revisa también los bonos transporte o bici: algunas ciudades tienen tarifas reducidas para estudiantes. A estos gastos, súmales la comida y el ocio (que tendrá mucho protagonismo).
Y sobre reservar una parte al ahorro... Teniendo en cuenta la situación, a veces no parece una meta muy realista. Seguramente quieres vivir la experiencia al máximo. Pero es posible disfrutar lo mismo por menos dinero.
¿Tienes el Carné Joven Europeo? Sí, “europeo”, por lo que también puedes usarlo fuera de España. Consulta sus ventajas y aprovéchalas lo máximo posible. Y hay más: ¿has oído hablar de la ESNcard?
Escuchar la palabra “descuento” siempre es un alivio. La ESNcard –la tarjeta miembro de la Erasmus Student Network (ESN)– da acceso a todos los servicios ofrecidos por la asociación, como actividades y eventos internacionales con otros erasmus, y descuentos en cientos de categorías y empresas. Por ejemplo:
Como último tip (y no menos importante), solicita o renueva la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE). Te permitirá acceder a la sanidad pública del país de destino. El trámite es gratuito y se realiza a través de la web de la Seguridad Social.
Por otro lado, algunas tarjetas bancarias tienen seguros asociados y también el Carné Joven, como es el caso del seguro de asistencia en viaje del Carné Joven de Aragón. Revisa bien qué coberturas incluyen.
Eso sí, ni la Tarjeta Sanitaria Europea ni los seguros de tus tarjetas sustituyen la protección de un seguro de viaje específico para erasmus. Si buscas una cobertura total, en tu banco o en tu compañía aseguradora pueden asesorarte.
Quieres vivir tu Erasmus sin agobios ni número rojos, ¿verdad? Y está claro que es una experiencia en la que habitualmente no se cuenta con grandes cantidades de dinero. Pero, aun así, es posible exprimirla al máximo. Te habrás cansado de oírlo, pero ¡organízate! Y haz de tu estancia una etapa inolvidable en todos los sentidos.