Abonar la última cuota hipotecaria genera una sensación liberadora que los prestatarios llevan mucho tiempo deseando. Ahora bien, todavía queda algún fleco que no deberías olvidar. Te contamos lo que hacer cuando terminas de pagar la hipoteca, para que no te dejes ningún paso.
Enhorabuena. Has devuelto tu hipoteca desde el primer al último euro. Experimentas una sensación satisfactoria y ves completamente despejado tu horizonte económico. Ya no le debes nada al banco. Sin embargo, eso no significa que tu casa esté totalmente libre de cargas.
¿Cómo? ¿No sabías que todavía debes realizar algunos trámites al terminar de pagar la hipoteca para dejarlo todo resuelto? No te preocupes más de lo necesario, el procedimiento a seguir es para todos, pero debes ser consciente de que te conviene llevarlo a cabo.
El trámite del cual te vamos a hablar no es obligatorio. Sin embargo, resulta altamente recomendable hacerlo y, posiblemente, te ahorrará gestiones y quebraderos de cabeza posteriores.
Ese trámite es cancelar registralmente la hipoteca para que tu casa conste como libre de cargas. Nuestra recomendación es que lo hagas, aunque también podrías no hacer nada, dejar las cosas como están y no hacer nada en el Registro de la Propiedad.
¿Qué diferencias hay entre ambas opciones? Cuando has pagado el último importe dejas de tener que hacer frente a las obligaciones de pago con el banco. Sin embargo, la hipoteca no se autodestruye: en los registros oficiales, el inmueble continuará constando como aún hipotecado mientras no se informe y se tramite lo contrario.
Y de este modo seguirá si no haces nada al respecto.
¿Tiene importancia que esto sea así? En realidad, más de lo que te imaginas.
Repetimos: no es obligatorio cancelar registralmente la hipoteca al terminar de pagarla, pero sí muy conveniente. Al hacerlo, dejas constancia definitiva de que no solo has saldado tu deuda con la entidad financiera, sino que también ha desaparecido esta por completo. A partir de este trámite, la vivienda estará libre de esa carga hipotecaria.
¿Por qué es conveniente hacerlo? Porque si quieres llevar a cabo cualquier gestión u operación con ella, tropezarás permanentemente con esa situación legal no modificada. Imagínate que quieres vender la casa o hipotecarla de nuevo. En la mayoría de los casos, el comprador o el banco te pedirán que canceles tu hipoteca en el Registro.
Lo que nada más terminar el pago de la deuda es un proceso rápido y sencillo, se convierte con el paso del tiempo en una tarea más costosa.
Así que, lo más recomendable es que canceles tu hipoteca tras hacer el último pago.
Existen tres cauces alternativos para llevar a cabo esta labor. Tú decides cuál de ellos te interesa, teniendo en cuenta los pros y los contras que se derivan de cada uno:
Con independencia de si has comprado tu primera vivienda o no, ya sabes qué hacer cuando terminas de pagar la hipoteca. Da igual cuánto te haya costado tu hipoteca, cancélala en el Registro tras pagar el último plazo. Es nuestro consejo.