¿Qué hay que hacer cuando acabas de pagar la hipoteca?

Abonar la última cuota hipotecaria genera una sensación liberadora que los prestatarios llevan mucho tiempo deseando. Ahora bien, todavía queda algún fleco que no deberías olvidar. Te contamos lo que hacer cuando terminas de pagar la hipoteca, para que no te dejes ningún paso. 

¿Qué hay que hacer cuando acabas de pagar la hipoteca?

El final de la hipoteca

Enhorabuena. Has devuelto tu hipoteca desde el primer al último euro. Experimentas una sensación satisfactoria y ves completamente despejado tu horizonte económico. Ya no le debes nada al banco. Sin embargo, eso no significa que tu casa esté totalmente libre de cargas.

¿Cómo? ¿No sabías que todavía debes realizar algunos trámites al terminar de pagar la hipoteca para dejarlo todo resuelto? No te preocupes más de lo necesario, el procedimiento a seguir es para todos, pero debes ser consciente de que te conviene llevarlo a cabo.

¿Qué hacer tras abonar la última cuota de tu hipoteca?

El trámite del cual te vamos a hablar no es obligatorio. Sin embargo, resulta altamente recomendable hacerlo y, posiblemente, te ahorrará gestiones y quebraderos de cabeza posteriores.

Ese trámite es cancelar registralmente la hipoteca para que tu casa conste como libre de cargas. Nuestra recomendación es que lo hagas, aunque también podrías no hacer nada, dejar las cosas como están y no hacer nada en el Registro de la Propiedad.

¿Qué diferencias hay entre ambas opciones? Cuando has pagado el último importe dejas de tener que hacer frente a las obligaciones de pago con el banco. Sin embargo, la hipoteca no se autodestruye: en los registros oficiales, el inmueble continuará constando como aún hipotecado mientras no se informe y se tramite lo contrario.

Y de este modo seguirá si no haces nada al respecto.

¿Tiene importancia que esto sea así? En realidad, más de lo que te imaginas.

La cancelación registral de la hipoteca

Repetimos: no es obligatorio cancelar registralmente la hipoteca al terminar de pagarla, pero sí muy conveniente. Al hacerlo, dejas constancia definitiva de que no solo has saldado tu deuda con la entidad financiera, sino que también ha desaparecido esta por completo. A partir de este trámite, la vivienda estará libre de esa carga hipotecaria.

¿Por qué es conveniente hacerlo? Porque si quieres llevar a cabo cualquier gestión u operación con ella, tropezarás permanentemente con esa situación legal no modificada. Imagínate que quieres vender la casa o hipotecarla de nuevo. En la mayoría de los casos, el comprador o el banco te pedirán que canceles tu hipoteca en el Registro.

Lo que nada más terminar el pago de la deuda es un proceso rápido y sencillo, se convierte con el paso del tiempo en una tarea más costosa.

Así que, lo más recomendable es que canceles tu hipoteca tras hacer el último pago.

¿Cuál es el procedimiento a seguir?

Existen tres cauces alternativos para llevar a cabo esta labor. Tú decides cuál de ellos te interesa, teniendo en cuenta los pros y los contras que se derivan de cada uno:

  • Hacerlo tú mismo. La cancelación de la hipoteca es un proceso administrativo, burocrático, que puede alargarse en el tiempo y exigir buenas dosis de paciencia y constancia. Pero si prefieres hacerla tú mismo, los pasos pasan por solicitar un certificado de deuda cero al banco, acudir al notario a solicitar la escritura pública de cancelación, liquidar en la oficina de la Agencia Tributaria de la comunidad autónoma el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados y entregar toda la documentación en el Registro de la Propiedad.
  • Encargárselo a tu banco. Es lo más frecuente. Solo tienes que acudir a tu entidad financiera y comunicar formalmente que quieres poner en marcha este procedimiento. El banco encargará de esta tarea. Terminado el proceso, recibirás la escritura de cancelación del préstamo y tu inmueble estará, definitivamente, libre de esa hipoteca. Algunas entidades ofrecen la posibilidad de tramitar la cancelación de forma parcial, delegando en ellos solo las gestiones ante notaría, por lo que en esos casos tú te tendrías que ocupar de liquidar el impuesto y presentar la documentación en el Registro.
  • Contrata a una gestoría. Una opción intermedia es recurrir a profesionales especializados en estas tareas. También tendrás que realizar ciertas acciones tú, como recopilar información o documentación. En los tres supuestos deberás asumir el coste de la escritura notarial y los aranceles registrales, además, en su caso, los honorarios de la gestoría.

Con independencia de si has comprado tu primera vivienda o no, ya sabes qué hacer cuando terminas de pagar la hipoteca. Da igual cuánto te haya costado tu hipoteca, cancélala en el Registro tras pagar el último plazo. Es nuestro consejo.