Comprar una casa es una de las decisiones más importantes de nuestra vida. Siempre genera dudas y cavilaciones, mucho más en tiempos críticos como los actuales. La pregunta habitual es ¿podré pagar la hipoteca si la adquiero?
Ante esta situación, no tenemos más remedio que hacer números para saber cuánto podemos pagar por una casa nueva. ¿Quieres saber cómo hacerlo?
Tienes que actuar con la prudencia de siempre. Antes de realizar una compra importante, lo primero que tienes que hacer es determinar con qué presupuesto cuentas y, en función de ello, considerar las opciones disponibles.
El punto de partida es calcular la cuota mensual a pagar. Sí o sí, esta cantidad debe permitirte atender los costes periódicos vitales que no es posible eliminar (alimentación, energía, gastos fijos de tu residencia, etc.), así como otros gastos menos esenciales sin ahogarte económicamente. Una cosa es aceptar que debes estrecharte el cinturón y gastar menos, ahorrar en los gastos menos decisivos, y otra, que no puedas respirar económicamente.
En todo caso, no es prudente destinar a la hipoteca más del 30 o 35% de tus ingresos netos. Sé realista al respecto. Por otra parte, los bancos no suelen superar esa proporción al conceder sus préstamos hipotecarios.
Lo vas a comprender mejor con un ejemplo práctico. Considera que tus ingresos netos son 1800€. Es la nómina que recibes en tu cuenta cada mes y, por ello, el importe que tienes que tener como referencia. En este caso, asumir una deuda hipotecaria por encima de los 630€ mensuales es imprudente y puede dificultar, enormemente, el pago de las cuotas a su vencimiento.
Otro análisis adicional que debes plantearte es tu estabilidad laboral. No se trata solo de valorar la capacidad de pagar las cuotas aquí y ahora. Vas a tener que hacerlo a lo largo de varios años, por lo general no menos de 15. Tu vida, por otra parte, no se va a estancar: al contrario, te pasarán muchas cosas que pueden ayudarte o perjudicarte para abonar este importe. Quizás tengas hijos y, con ellos, surjan nuevos gastos o recibas retribuciones superiores porque estás mejorando profesionalmente o sufras una merma en tus ingresos o una inesperada baja laboral.
Por lo tanto, debes hacer una cierta proyección hacia el futuro, con realismo y prudencia, para confirmar que sí se dan las circunstancias objetivas que te permitirán afrontar los pagos comprometidos.
Hemos avanzado mucho, pero todavía no conoces el importe que puedes solicitar al banco. Si bien debes considerar que la entidad financiera te concederá únicamente el 80% del valor de tasación o de compra (el menor de los dos) de la vivienda.
Dicho de otro modo, si tu nueva casa ha sido tasada o la compras por 150.000€, tu banco no te concederá más de 120.000€. Es decir, tendrás que aportar el resto. Además, existen otros gastos añadidos a la compraventa que hay que pagar, como impuestos, notario, registro… Estos gastos vienen a suponer un 10% del importe de la compra y suelen ser a cargo del comprador.
Ahora sí, con todo ello, estás en condiciones de definir qué coste puedes permitirte, de modo razonable, al comprar una nueva vivienda.
Por lo tanto, tres son los pasos que debes dar al respecto:
Si sigues este proceso, conseguirás una hipoteca adecuada y razonable, que te ayudará a alcanzar el sueño de tener tu propia casa.