¿Cómo comparar las hipotecas?

Si vas a comprar una casa o apartamento y necesitas una hipoteca, seguro que vas a comparar entre las ofertas de diferentes entidades bancarias. Se trata de una operación importante y querrás tener la tranquilidad de tener el mejor producto financiero para tus necesidades. Para que puedas hacerlo correctamente, vamos a desgranar los parámetros esenciales que debes contemplar en tu análisis.

¿Cómo comparar las hipotecas?

¿Qué se debe tener en cuenta al comparar hipotecas?

Contratar una hipoteca es una de las decisiones más importantes de la vida financiera de una persona. Por ello, a continuación, te explicamos los aspectos más relevantes en los que debes fijarte para elegir la más adecuada a tu situación.

Tipos de interés

Los tipos de interés en esta clase de préstamos son fundamentales para determinar su elección. Esto se debe a que pueden suponer una diferencia notable en el coste final. En este sentido, los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) ponen de manifiesto que el 32,8% de las hipotecas contratadas sobre viviendas se han constituido a tipo variable y el 67,2% a fijo. El euríbor es el tipo elegido para las hipotecas del primer grupo.

Por tanto, es necesario que no compares las hipotecas globalmente, sino que deberás realizar el análisis por separado: con tipo fijo y variable. En estas últimas, también deberás fijarte en que la comparación se lleve a cabo con el mismo índice de referencia, aunque actualmente la gran mayoría utilizan el euríbor. De la misma manera, al elegir la hipoteca debes recordar que a ese tipo de interés se le sumará un diferencial. Como resultado de esta operación matemática, podrás calcular lo que tendrás que pagar por la contratación de este producto. Pero debes ser consciente en todo momento de que las hipotecas de interés variable pueden sufrir cambios de un año a otro, por lo que es difícil anticipar con precisión su coste real.

Por su parte, en las hipotecas a tipo fijo tendrás la seguridad de que siempre pagarás la misma cuota mensual. Pase lo que pase en los mercados financieros. Por este motivo, te será más sencillo calcular el desembolso final, debido a que no tendrás que llevar a cabo ninguna operación para estimar cuál puede ser su desviación en los próximos años.

Plazos máximos de la hipoteca

Este es otro de los factores más relevantes para comparar hipotecas. En cualquiera de los casos, deberás tener en consideración el plazo máximo del producto: 20, 25, 30. Pero teniendo en cuenta una premisa: a mayor plazo, será mayor la cantidad total que tendrás que desembolsar.

A cambio dispondrás de una cuota mensual más asequible, lo que puede resultar más favorable en función de tu situación económica. Desde este punto de vista, al hacer la comparación hipotecaria te conviene conocer los ahorros que podrás destinar en el momento de solicitarla. Puede ser un modo de ahorrar más dinero en el supuesto de un cambio de casa.

Comisiones y penalizaciones

No solo los tipos de interés y el plazo son determinantes para estimar el coste total de la hipoteca: estos productos generan otra serie de gastos resultantes de sus comisiones. Las comisiones son varias y de diversa naturaleza, como, por ejemplo, las de apertura, cancelación parcial o total, entre algunas de las más conocidas. Es importante que las tengas bien en cuenta porque pueden suponer un desembolso significativo.

Otros factores que valorar para elegir una hipoteca

Todavía quedan otros elementos que no deberían pasar desapercibidos en tu comparativa hipotecaria. Es el caso de la finalidad de la hipoteca. Porque las condiciones de financiación no serán las mismas en función de si se trata de una primera vivienda, una para disfrute vacacional (segunda vivienda) o una adquirida como inversión. Esto se tiene en cuenta por parte de las entidades para valorar el importe total a conceder: en general, para una primera vivienda lo habitual es conceder hasta el 80% del valor de tasación de la casa, llegando incluso alguna entidad al 95% si el titular es una persona joven, mientras que para una segunda residencia lo normal suele ser el 65%, 70% o 75%, en función de tus características personales y tu capacidad de ahorro.

En cualquier caso, una comparación atenta y exhaustiva te ayudará a conseguir el producto que mejor se ajuste a lo que necesitas: aunque tengas que invertir ahora una parte de tu tiempo, hacer el análisis para elegir seguro que va a merecer la pena.