La búsqueda de empleo es un proceso que todos tenemos que abordar varias veces a lo largo de nuestra vida laboral. No obstante, está claro que lo más complicado es hacerlo por primera vez. Si acabas de terminar tus estudios y no sabes bien por dónde empezar a buscar trabajo, no te preocupes, esto es bastante habitual.
Por suerte, el entorno digital te puede resultar de gran ayuda. De hecho, a día de hoy, la búsqueda de trabajo se realiza casi al 100% en el medio online.
¿Tienes un buen currículum y no te llaman de ninguna empresa? No te desanimes, es algo común. Quizá el problema sea que no estás elaborando este documento de la forma más adecuada.
El CV es la primera toma de contacto de la empresa con tu perfil profesional. Dado que no conviene que te extiendas demasiado —los reclutadores no suelen dedicar más de dos o tres minutos a leer cada currículum—, debes añadir los datos justos y necesarios para despertar en el reclutador interés en conocerte más en profundidad. Es así como conseguirás que te llamen para una entrevista.
En Internet puedes encontrar muchas plantillas e ideas novedosas que te ayudarán a crear un currículum que no pase desapercibido. También tienes aplicaciones que te asistirán en la elaboración del documento. Lo importante es que intentes adaptarlo a la oferta de trabajo que te interese, destacando aquellas características que te pueden hacer encajar mejor en el perfil que están buscando.
Otra buena opción es que, junto al currículum, entregues una carta de presentación personalizada para cada oferta presentándote a nivel profesional y relatando las razones por las que quieres trabajar para esa empresa.
Una vez que tengas el CV perfecto, es más fácil que te llamen para una entrevista personal. Pero puede que los nervios te jueguen una mala pasada y no superes este trámite... Por eso, para ayudarte, aquí tienes algunos pequeños consejos que te ayudarán a afrontar el proceso.
Las redes sociales son una buena alternativa para buscar trabajo. Ya sabes que las empresas suelen revisarlas, así que asegúrate de que no haya nada en ellas que pueda hacer que no te den el puesto que deseas. Si te has decidido a usar estos canales para buscar trabajo, olvídate del uso lúdico que les dabas hasta ahora. Cambia tu bio y dale un enfoque profesional. Además, revisa con cuidado lo que publicas y procura mantenerte activo.
Puedes usar Twitter o Facebook, entre otras, pero a la que debes prestar especial atención es a LinkedIn. Es la red social profesional por excelencia, y la que más te puede ayudar a encontrar empleo. Aunque está más orientada al entorno profesional, en LinkedIn tienes que actuar de forma comedida; no es conveniente, por ejemplo, que te dediques a enviar directamente tu currículum o tu portafolio a las empresas. Se trata más bien de hacer networking e ir desarrollando contactos con empresas y profesionales que sean de tu interés.
Crea un buen perfil para ponerte en valor, y no dudes en usar palabras clave para mejorar la visibilidad de tu perfil y aparecer en los primeros resultados de búsqueda. El quid de la cuestión para atraer a las empresas es que vayas generando tu propia imagen de marca como profesional. Incluso aunque no tengas mucha experiencia en el ámbito laboral, puedes sacar partido de tu formación y de tus capacidades y habilidades personales. Muchas empresas valoran más este tipo de cosas que el hecho de tener una dilatada experiencia.
Además, las redes sociales también son una buena fuente de información sobre empresas. En ellas puedes obtener los datos que necesitas para ir mucho más preparado a las entrevistas para las que te llamen.
Como ves, la búsqueda de empleo es más sencilla y ágil gracias a las nuevas tecnologías. No dudes en usar todos los recursos a tu alcance, ¡y seguro que muy pronto estarás ocupando ese puesto con el que tanto has soñado!