Conoce estos consejos y tendencias con los que queremos ayudarte con tu currículo vitae.
Si has llegado hasta aquí, te damos la enhorabuena porque ya has recorrido un largo camino.
Formarte ha sido difícil. Has invertido mucho tiempo y esfuerzo. Y ahora llega el momento de la verdad: enfrentarte a la búsqueda de empleo. Lo ideal es continuar con un trabajo que se ajuste a tu perfil. Pero no siempre es fácil. ¿Te acompañamos?
Aunque tienes muchas herramientas para buscar empleo, el CV sigue siendo una de las más utilizadas.
Ahora intenta visualizar los castings de los talent shows en los que un jurado descarta a aspirantes sin que ni siquiera hayan terminado su actuación. Podría decirse que ocurre algo parecido en el mundo profesional, donde hay una norma no escrita conocida como la “regla de los 6 segundos”, que marca el tiempo en el que un currículum debe convencer a reclutadores o responsables de Recursos Humanos.
Quizá parezca exagerado y no tiene porqué ser una criba definitiva pero es una regla que nos recuerda que, sea como sea, destacar es imprescindible.
Es hora de demostrar lo que vales a golpe de vista.
Estructura visualmente tu CV con lo más importante de cada sección: datos personales, formación académica, experiencia profesional, idiomas y aptitudes.
¿No sabes cómo empezar? Utiliza una plantilla. Puedes hacer uso, por ejemplo, de una del paquete de Office o descargártela de una plataforma online gratuita o de pago.
Cumple esta máxima del minimalismo. Es preferible sacrificar información poco relevante y tener un CV totalmente legible.
Deja suficientes espacios en blanco y elige una tipografía sencilla, de al menos 11 puntos. Además, siempre puedes incluir enlaces para mostrar más de ti y de tu trayectoria.
3. Antes que nada, preséntate
El extracto es tu tarjeta de presentación y debe figurar en la cabecera o en una zona destacada de tu CV.
Solo dispones de unas líneas, así que cuenta lo mejor de ti y lo imprescindible. Esta es la parte más personal del currículum y complementa otros datos objetivos.
No es lo mismo la fotografía del currículum que la del DNI. Tampoco lo es la que subes a tus redes sociales. La foto de tu CV tiene que hablar de ti en modo profesional. Tiene que transmitir la actitud con la que te enfrentarás a tu trabajo.
Evita fondos de lugares que no tengan nada que ver con el ámbito laboral, como interiores de casas o tus últimas vacaciones. En su lugar, elige un fondo neutro y luminoso. Puedes incorporar algún elemento relacionado con tu actividad profesional.
En cuanto al formato, inserta un archivo .jpg o .png con una resolución media que no suponga problemas de carga a la hora de enviarlo o descargarlo pero que permita una buena calidad de impresión.
Tus datos de contacto como tu dirección, tu correo electrónico o tu móvil son imprescindibles, pero puedes ir más allá.
Para poder dar información totalmente actualizada, puedes incluir también enlaces; desde una web o blog personal a un microsite tipo About Me. Deben ser páginas estrictamente profesionales, con un dominio que contenga tu nombre o un perfil de LinkedIn con una url amigable (es decir, corta y personalizada); eso sí, si incluyes este tipo de enlaces, asegúrate de que estén actualizados.
¿Has estudiado un máster para especializarte? ¿Has realizado prácticas recientemente?
El CV perfecto tiene una estructura de pirámide invertida de más reciente a menos, siempre y cuando los datos sean relevantes.
Seguro que has realizado otros trabajos o cursos que te han aportado pero, si no tienen nada que ver con tu objetivo profesional, no los pongas en primer lugar.
Elige entre tus principales aptitudes (por ejemplo, entre 4 y 8) y muéstralas de forma destacada.
La mayoría de las plantillas de CV ya incluyen una sección para ello. Si no es así, puedes usar barras o puntos para indicar en un vistazo tus habilidades, especialmente las que se requieren para el puesto o permitan diferenciar tu currículum de otras candidaturas.
Puedes hacer lo mismo con tu nivel en otros idiomas.
¿Tuviste una nota destacada en tu Trabajo de Fin de Grado? ¿Has obtenido algún premio por un artículo? ¿Tienes un videocurrículum?
Si tus logros aún no están en la nube, súbelos y usa hipervínculos para dirigir a los empleadores directamente a tus proyectos. Pueden servirte de ayuda herramientas como la plataforma para compartir presentaciones Slideshare o un canal de Youtube.
Sé creativo. Este es un valor estrella en sectores como el Diseño o el Marketing pero puede ser también un gran aliado en procesos de selección de muchos otros sectores. De hecho, según LinkedIn, la creatividad es la cualidad más deseada para 2019.
Usa el color y sencillos elementos gráficos a tu favor. Un diseño arriesgado o con guiños al sector también habla de ti y puede ser una buena forma de sobresalir en determinados procesos de selección.
Por otro lado, recuerda que, aunque debes centrarte en aspectos relacionados con el puesto al que quieres acceder, también cuentan otras habilidades o aficiones que pueden diferenciarte y que podrían aportar otro punto de vista a la empresa.
La inteligencia artificial ha llegado para quedarse… también en el mundo laboral. Cada vez es más frecuente el uso de robots o softwares que analizan los CV que llegan online para realizar una primera criba. ¿Cómo lo hacen? Por medio de palabras clave.
Tenlo en cuenta a la hora de confeccionar tu CV, especialmente si lo vas a volcar en los formularios que las empresas ofrecen en la sección de Empleo de sus páginas o si completas tu CV con un perfil en LinkedIn.
Sé siempre fiel a la verdad. No debes mentir ni atribuirte competencias que no tienes, pero sí puedes destacar conocimientos o experiencias relacionadas directamente con el puesto de empleo ofertado.