Antes de tomar decisiones sobre tu cuenta corriente, necesitas conocer la diferencia entre titular y disponente o autorizado. Ambos perfiles no pueden hacer las mismas cosas.
¿Sabes cuál es la diferencia entre un titular y un autorizado en una cuenta bancaria? Son dos roles que comparten ciertas características y capacidades de actuación, pero difieren en otras. Antes de decidir al respecto, te conviene tener claro en qué se diferencian.
La persona autorizada en una cuenta bancaria consta en ella y puede realizar ciertas operaciones, siempre con las limitaciones definidas por los titulares. Lo más distintivo es que carece de obligaciones fiscales y no es propietaria del capital. La figura de autorizado también se conoce como disponente, son lo mismo.
A menudo, se utiliza esta figura en empresas donde los administradores o algunos empleados operan conjuntamente con ellas. También, en el entorno familiar, es frecuente en cuentas de niños y jóvenes, en los que el padre o la madre aparecen como autorizados, cuando familiares de personas mayores o personas con discapacidad tienen acceso a sus cuentas y pueden operar.
Cada cuenta puede tener uno o más titulares desde su creación o con posterioridad, según los casos. Los titulares son quienes firman el contrato con la entidad financiera y los propietarios de los activos y pasivos vinculados a la cuenta.
Existen tres tipos de cotitularidad, que implican obligaciones y responsabilidades diferentes:
Una vez aclarado en qué consiste cada figura, vamos a sintetizar sus principales diferencias. En el caso del titular:
En cuanto a la persona autorizada o disponente:
Qué puede hacer un autorizado en una cuenta es una de las dudas más habituales. Hay que tener muy presente que es el titular quien establece qué puede hacer y qué no el disponente.
En general, tiene la posibilidad de:
Entre las acciones para las que no tendrá competencias, destacan:
Se llama certificado de titularidad a un documento oficial que acredita al solicitante como titular de una cuenta bancaria. Lo elabora, lo sella y lo expide la entidad bancaria que proporciona el servicio y se requiere en diferentes trámites legales y administrativos. Siempre que te pidan una acreditación sobre tu cuenta bancaria, tendrás que obtenerlo.
En tu banco te ayudarán a hacer este proceso de la forma que te resulte más cómoda, en persona o a través de la banca online. Si prefieres realizar tus trámites en oficina, solo tienes que acudir a tu sucursal más cercana y plantear tu solicitud a alguno de los empleados. Si prefieres hacerlo sin moverte, puedes solicitar tu certificado de titularidad a través de la banca online desde tu ordenador o desde la app en tu móvil.
Sea cuál sea la forma que elijas para obtener tu certificado de titularidad, lo tendrás listo automáticamente para presentarlo.
Sí, tienes la posibilidad de autorizar a terceros para operar en tu cuenta bancaria, pero esta autorización debe realizarse de forma expresa, documentada y bajo ciertas condiciones legales. Es importante que tengas claro qué puede hacer un autorizado en una cuenta y que conozcas bien la diferencia entre titular y disponente.
En realidad, se trata de un procedimiento sencillo y poco laborioso. Aunque cada entidad bancaria puede tener condiciones específicas, lo habitual es que el trámite sea bastante similar.
Solo suele ser necesario:
Depende de cada banco que el autorizado deba personarse o no en sus instalaciones para realizar el trámite. En la banca online todo el proceso es a distancia.
Ahora ya tienes clara cuál es la diferencia entre titular y autorizado de una cuenta bancaria. Cuando tengas que elegir al respecto, evalúa cada opción para tomar la decisión idónea.