Dar de alta la luz y el gas es de las primeras cosas que hay que hacer cuando nos mudamos a una nueva casa. Sin embargo, aunque parece un trámite de lo más sencillo, esconde un detalle que marcará lo que vamos a pagar: la potencia de ambos suministros. Cuanta más potencia tengas, más pagarás cada mes. Recuerda que tu factura se divide en consumo y potencia. El consumo lo controlas tú siendo más eficiente pero la potencia es un coste fijo en función de los KW que contrates. Saber qué potencia de gas contratar y qué potencia de luz contratar requiere de algunos cálculos que vamos a hacer contigo para que puedas tenerlo todo claro.
Elegir bien la potencia de la luz es un trámite que puede suponer un ahorro importante. Visto así, seguro que te merece la pena dedicarle algo de tiempo a esta tarea para disfrutar de un consumo adecuado a tus necesidades.
Lo primero que hay que tener claro es a qué hace referencia la potencia. En el caso de la electricidad, se refiere a la cantidad de energía máxima que la compañía suministrará. Por ello, está íntimamente relacionada con el consumo máximo que puedes llegar a hacer en un momento.
Imagina que conectas todos tus electrodomésticos a la vez. Esto hará que alcances tu consumo máximo posible y, por lo tanto, exigirá de tu red el máximo rendimiento. Si no has contratado suficiente potencia, el limitador saltará y te quedarás sin energía hasta que vuelvas a subirlo manualmente.
Además de incómoda, la situación anterior es peligrosa, ya que hay muchos aparatos que pueden dañarse por un corte repentino de electricidad. Así, conviene no quedarse cortos en este sentido.
Pero tampoco es buena idea exagerar y contratar más potencia de la necesaria. En este supuesto, el que sufrirá será tu bolsillo cada vez que llegue la factura de la luz.
Pero, entonces, ¿qué potencia es la que hay que contratar? Ni más ni menos que la que se adapte a tu hogar. Esto se calcula sumando el consumo habitual de los aparatos que vas a usar en casa, una cifra que viene dada en kWh.
Siempre puedes probar a encender uno tras otro todos los aparatos eléctricos de tu casa (aire acondicionado, horno, vitrocerámica, aspirador…). Si no salta el limitador, es probable que la potencia que tengas contratada sea excesiva.
Los cálculos medios actuales indican que un hogar tiene más que suficiente con una potencia que vaya de los 2,5 a los 5kW. No obstante, si hay que usar mucho el aire acondicionado o la calefacción, las necesidades se elevan a los 9kW.
Con el gas sucede exactamente lo mismo que con la electricidad. Si decides contratar una potencia demasiado baja, la calefacción o el agua caliente de casa se vendrán abajo en el momento en el que el consumo exceda a la potencia que la compañía te está suministrando.
Si subes demasiado el límite de la energía suministrada, entonces lo que te sucederá es que estarás pagando de más por un servicio que no estás usando.
Los consumos de gas suelen variar mucho entre diferentes hogares. El motivo es que hay algunos que solo necesitan de esta energía para alimentar la cocina mientras que otros hacen uso de ella para la calefacción y el agua caliente. De ahí que lo más importante sea examinar bien la situación en la que se está y las necesidades que tiene.
Sumar los consumos de cada uno de los equipos que usen el gas es la forma correcta de conocer la potencia que se necesita contratar. Para que te puedas guiar, un hogar medio requiere de una potencia de 5000 kWh al año si usa este combustible para la cocina y el agua caliente. Si la calefacción entra en juego, entonces la potencia se dispara hasta los 10 000 kWh de media.
Andar por casa sumando los consumos de los diferentes equipos eléctricos y que consumen gas puede llegar a ser tedioso. También complicado, y es que hay casos en los que es difícil encontrar los consumos medios de todos los aparatos. Esto es especialmente importante en aquellos casos en los que se trata de electrodomésticos antiguos.
Por ello, la mayoría de las empresas energéticas dedicadas al suministro de electricidad y de gas cuentan con calculadoras de potencia en sus páginas web. En la calculadora puedes introducir la potencia de los electrodomésticos que tienes en casa para que sea el sistema el que te indique la potencia media que necesitas contratar. También están disponibles en muchas organizaciones de consumidores, por lo que puedes usar la que sea de más confianza para ti.
Estas calculadoras, además, pueden avisarte de que tienes algún electrodoméstico que está disparando su consumo. Los modelos de calefacción antiguos o los aparatos eléctricos poco eficientes se bastan para disparar el consumo de energía. A veces la lectura de estas calculadoras puede animarte a cambiarlos por opciones más sostenibles
Lo que debes tener claro es que es fundamental conocer qué potencia de gas y de luz contratar. Esto hará que tu vivienda funcione correctamente sin cortes inesperados y sin que tengas que pagar de más en la factura.