Durante estos últimos meses, hemos visto cómo el precio de la luz no ha parado de subir. De manera simultánea, los gobiernos están pidiendo a los ciudadanos que disminuyan su consumo energético. Pero ¿cómo conseguirlo en pleno invierno? En este artículo te mostramos cómo puedes calentar la casa sin calefacción.
Tu vivienda puede generar ese calor que necesitas durante los meses más fríos. No necesitas recurrir a ningún dispositivo, solo poner en práctica varios consejos.
Encender velas de un tamaño considerable por diferentes estancias de tu hogar y en lugares que no sean peligrosos, te aportará más luminosidad, confort y calidez. Contribuyen, asimismo, a la eliminación de malos olores y aportan calor en las habitaciones.
Este consejo debes utilizarlo en habitaciones pequeñas, dado que las velas son una fuente de calor bastante limitada. Sin embargo, pasados unos minutos, se notará esa sensación de calidez.
Actualmente, existen sistemas de calefacción por velas que se puede comprar por internet. Estos sistemas funcionan como braseros de sobremesa, es decir, son una pequeña estufa para colocar encima de la mesa.
Disponer de una chimenea de leña sería lo ideal para mantener una buena temperatura en casa. Además, es más barata que otro tipo de estufa o calefacción centralizada, que consumen gas o electricidad.
Si en tu hogar no tienes la instalación o no dispones de la chimenea, existen otras variantes también económicas, como las estufas de gas.
En la actualidad, puedes encontrar estufas de gas muy seguras que te permitirán ahorrar. Es un elemento de coste muy económico, puesto que el precio de las bombonas de gas está entre los 15€ y los 18€. Además, duran unas dos o tres semanas.
La utilización de alfombras en diversas zonas de tu casa (salones, habitaciones y pasillos) es una estupenda opción. Evitarás pisar sobre el suelo directamente y mitigarás de forma efectiva esa sensación de suelo frío. Esta es la alternativa más eficaz al suelo radiante, que puede suponer un desembolso económico importante.
Deberías ventilar la casa en horas de más calor, pero nunca durante más de quince minutos. De esta manera, evitas que se escape el calor generado en el hogar. Si lo haces durante un tiempo prolongado, la temperatura bajará y será más costoso económicamente volver a calentar la vivienda.
El uso de mantas es el consejo más lógico que podríamos dar. Los días lluviosos son perfectos para ver una película frente a la chimenea (si tienes) o leer un libro. Todo esto bien tapado con una manta.
Por ello, te recomendamos disponer de mantas en distintas habitaciones, como dormitorios y salones. Las mantas térmicas, por su parte, son una alternativa muy eficaz para proporcionar aún más calor.
La eficiencia energética es clave en el hogar. No tener fugas y disponer de ventanas con cristales térmicos te ayudará a evitar corrientes en tu casa y a mitigar el escape de calor en invierno. Las ventanas y puertas son el principal transmisor de frío hacia el interior. Por ello, debes sellarlas correctamente.
Te recomendamos que, si dispones de ventanas antiguas con unos cristales muy finos, optes por renovarlas. De esta manera, no será tan difícil mantener el calor en invierno en el interior y, a la vez, no entrará el frío cuando bajen las temperaturas.
Al tener las puertas cerradas en tu hogar, acabarás con las corrientes de aire. De este modo, el calor se mantendrá en la estancia y tardará más enfriarse. Es casi imposible evitar que lo haga, pero lo hará en menor medida.
Para ello, solo debes tener en cuenta cerrar cada una de las puertas de tu casa. Con este simple acto, evitarás que el calor generado en una habitación se escape o se divida por otras estancias del hogar.
Vestir las paredes para calentar la casa es una acción sencilla y no muy costosa. Con las paredes vacías tendrás una estancia más fría porque el calor se pierde con más rapidez.
Con el paso de las horas, se mantendrá el calor en las zonas donde haya mayor número de objetos. Puedes vestir las paredes con papel pintado, cuadros, muebles, candelabros con velas, etc.
El uso de cortinas térmicas y más gruesas te ayudará a calentar la casa. Vistiendo las ventanas con cortinas más opacas y gruesas evitarás que entre el frío y conseguirás mayor calidez.
Como has podido comprobar, calentar la casa sin calefacción no es una utopía. Es una cuestión posible que puedes conseguir este próximo invierno. Con estos simples actos puedes llegar a ahorrar en la estación del año más fría y colaborar con la protección del medioambiente. Sin duda, reducir el consumo energético está en tus manos.