Seguro que más de una vez has necesitado realizar una compra y no era el mejor momento para asumir ese pago. Los préstamos son la mejor solución para poder adquirir estos bienes de una forma rápida y poder disfrutar de ellos, sin necesidad de ahorrar ni esperar para poder comprarlo.
Igualmente, se pueden financiar tanto compras de importe alto como puede ser un vehículo o importes más bajos como electrodomésticos, móviles u ordenadores. Además, en la actualidad los tipos de interés han bajado mucho por lo que el coste de la financiación es más económico.
Si estás pensando en solicitar financiación para una compra importante o para poner en marcha algún plan hay varias cosas que tienes que tener en cuenta:
Lo primero que tienes que tener claro es el importe que necesitas. Saber la cantidad que realmente nos hace falta será importante para no incurrir en más gastos de los necesarios.
Los préstamos tienen un coste: el tipo de interés y las comisiones que se pagarán por ellos. Antes de contratar un préstamo, es importante conocer y valorarlo todo. Para que puedas comparar el coste de diferentes operaciones, las entidades financieras tienen la obligación de informar de la tasa anual equivalente (TAE), que se expresa en porcentaje, y que incluye las comisiones además de los intereses. A menor TAE, más barato te saldrá el préstamo.
Consultando las web de diferentes entidades, puedes comparar los costes de solicitar un préstamo en cada banco. De cualquier forma, recuerda que cada entidad tiene sus propios criterios de concesión de riesgos y que es bueno que consultes siempre en tu banco habitual porque probablemente podrán concederte mejores condiciones por ser ya cliente.
Conociendo nuestros ingresos y cómo ahorramos podemos fijar un plazo de devolución acorde a nuestra situación. Lo recomendable es ser realistas y poner un plazo que nos permita hacer los pagos cómodamente sin apuros.