Cómo entender la factura de la luz en España y ahorrar mes a mes

Claves para interpretar tu gasto en electricidad y buscar la forma de ahorrar.

 

Cómo entender la factura de la luz en España y ahorrar mes a mes

Uno de los tradicionales dolores de cabeza domésticos es el momento de tener que afrontar una gestión con la factura de la luz. Y, sin embargo, se trata de un factor importante, ya que constituye un gasto destacado de carácter mensual, con lo que tiene un impacto directo en tus ahorros.

En este artículo intentamos responderte de forma simple y directa a todas las dudas que se te plantean, de forma que puedas afrontar sin miedos y sin pereza tu factura eléctrica.

 ¿Por qué es tan difícil entender la factura de la luz?

 Primero debemos decirte que no, no eres ni mucho menos la única persona con dificultades para entender una factura de la luz. ¿Cuáles son los motivos? Hay varios:

  • El funcionamiento del mercado eléctrico es en sí mismo complejo. 
  • Las compañías no lo ponen fácil. De hecho, según un estudio de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), ni el diseño, ni la redacción de la factura regulada ayudan a comprender un modelo que, como te hemos dicho, es difícil de entender. Por ejemplo, el concepto más importante, el de precio kilovatio hora, no se localiza fácilmente.
  • Los expertos también ponen en el acento en que en algunos casos hay un déficit de cultura financiera entre la población española.

Claves para descifrar tu factura de la luz

Término de potencia

Es un coste fijo -independiente de que consumas más o menos- en función de la potencia que tienes contratada, que pagas en dos modalidades: la punta y la valle. Es importante que ajustes la potencia que tienes contratada al consumo que necesitas. Lo más habitual en una vivienda media los 3,45 kilovatios (kW). Cada tramo extra puede suponer 60 euros al año o 5 euros al mes.

Una forma habitual para calcular qué potencia necesitas es sumar el consumo de todos tus electrodomésticos (nevera, lavadora, horno, vitro, etc.) y dividirlo para tres, que es el conocido como factor de simultaneidad. 

Consumo de energía

En este caso, el coste es variable, ya que depende de lo que consumas. Debe venir reflejado de forma destacada en la factura. Lo verás como kilovatio por hora, o kWh, que es el consumo que realizas en una hora, a diferencia del kW, que indica la cantidad de potencia que un inmueble demanda en un momento determinado.

Tarifas y precios: mercado regulado vs. mercado libre

Aquí radica otra de las complicaciones, ya que en España hay dos sistemas distintos:

  • En el mercado regulado, hay un precio controlado por el Estado, conocido como tarifa PVPC (precio voluntario para el pequeño consumidor). No hay permanencia, pero el precio es más volátil, ya que cambia a cada hora.
  • En el mercado libre, cada compañía fija sus propias tarifas. La factura es más estable, dado que la permanencia se prolonga durante doce meses en los que no hay variaciones en el precio por hora.

¿Cuánto pagas por cada concepto?

 Impuestos y otros cargos

A los puntos señalados hasta ahora hay que sumar otros conceptos que hay que pagar sí o sí. En primero lugar está el impuesto eléctrico, un tributo especial que asciende en estos momentos al 5,1123%. A este hay que sumar el IVA, que se redujo de manera transitoria en el inicio del conflicto de Ucrania, pero que vuelve a situarse en el 21%.

A su vez, la Administración regula el alquiler de los denominados equipos de medida, indispensables para el suministro, aunque el coste repercutido en tu factura es bajo.

Costes adicionales y servicios extra: ¿son necesarios?

Finalmente, hay que apuntar que en el mercado libre se suelen ofrecer -o incluir sin que te des cuenta- otro tipo de costes extraordinarios, no ligados estrictamente al suministro de la energía sino a la gestión, como pueden ser el mantenimiento o las reparaciones. Aunque la cuantía varía mucho, aquí sí puedes poner el foco si quieres abaratar la factura eléctrica.

Estrategias para ahorrar en la factura de la luz

Elige la mejor tarifa según tu consumo

Es muy importante que analices cuándo tiendes a realizar un consumo mayor de electricidad. Para eso, puede venir muy bien que inviertas algo de tiempo en comprobar cuánto consumen tus principales electrodomésticos y apuntar cuándo los sueles poner en marcha. Las compañías suelen ofrecer tramos de mayor y de menor coste y a partir de ellos puedes analizar cuáles te conviene.

Consejo: la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tiene una herramienta abierta para consultar las mejores ofertas de operadores energético en función de tus consumos.

Elige bien tu potencia contratada

A partir de este estudio doméstico, y una vez que hayas mirado cuál es la potencia que tienes contratada, tienes la oportunidad de analizar si puedes reducir este apartado para reducir el gasto de tus facturas, teniendo en cuenta que tampoco es necesario que te arriesgues a sufrir continuos cortes de luz por superar tu pico.

Pequeños cambios en casa que reducen el consumo

No todo está en tu factura: también hay otros elementos que puedes introducir en tu día a día para reducir el consumo eléctrico. Hablamos por ejemplo de sustituir las bombillas incandescentes, las tradicionales, por otras LED, que tienen gastos diez veces menores.

También puedes optar por instalar herramientas domóticas o controladas desde la distancia, con las que puedes además ir midiendo tus consumos reales.

Cómo aprovechar la energía solar

Otra estrategia para abaratar la factura y también para consumir energía limpia es la instalación de placas solares, lógicamente si te resulta posible. El sol es una fuente inagotable y puedes aprovecharlo para complementar tu consumo diario.

Sí debes tener en cuenta primero que exige una inversión inicial importante y que tienes que analizar cuántos paneles puedes colocar y en qué periodo puedes amortizar este gasto. En 2025 se han aprobado nuevas subvenciones de los fondos europeos para la eficiencia energética, pero solo para determinadas comunidades autónomas. A su vez, debes estudiar a qué bonificaciones tienes derecho en tu comunidad autónoma o tu ayuntamiento del IBI, el ICIO y el IRPF.

Las alternativas son:

  • Paneles solares en los balcones. Se trata de una opción que está creciendo más y más en los últimos tiempos en España y que permite ahorrar buena parte del consumo eléctrico doméstico. Esto dependerá, como es lógico, de las condiciones del balcón, de su tamaño y orientación. Además, para retener la energía generada necesitarás baterías para su posterior uso.
  • Autoconsumo colectivo. Con algo más de tradición ya en nuestro país, beneficia no solo a un hogar, sino a un grupo de consumidores. En el caso de ser una comunidad de propietarios, recuerda que necesitas que un tercio estén de acuerdo.

 

¿Entiendes mejor ahora tu factura de la luz y qué opciones se te abren para reducir su importe? Recuerda revisarla para saber en qué apartado puedes mitigar el gasto y analizar si puedes seguir alguna estrategia de ahorro.

24 de abril de 2025