Claves para interpretar tu gasto en electricidad y buscar la forma de ahorrar.
Uno de los tradicionales dolores de cabeza domésticos es el momento de tener que afrontar una gestión con la factura de la luz. Y, sin embargo, se trata de un factor importante, ya que constituye un gasto destacado de carácter mensual, con lo que tiene un impacto directo en tus ahorros.
En este artículo intentamos responderte de forma simple y directa a todas las dudas que se te plantean, de forma que puedas afrontar sin miedos y sin pereza tu factura eléctrica.
Primero debemos decirte que no, no eres ni mucho menos la única persona con dificultades para entender una factura de la luz. ¿Cuáles son los motivos? Hay varios:
Es un coste fijo -independiente de que consumas más o menos- en función de la potencia que tienes contratada, que pagas en dos modalidades: la punta y la valle. Es importante que ajustes la potencia que tienes contratada al consumo que necesitas. Lo más habitual en una vivienda media los 3,45 kilovatios (kW). Cada tramo extra puede suponer 60 euros al año o 5 euros al mes.
Una forma habitual para calcular qué potencia necesitas es sumar el consumo de todos tus electrodomésticos (nevera, lavadora, horno, vitro, etc.) y dividirlo para tres, que es el conocido como factor de simultaneidad.
En este caso, el coste es variable, ya que depende de lo que consumas. Debe venir reflejado de forma destacada en la factura. Lo verás como kilovatio por hora, o kWh, que es el consumo que realizas en una hora, a diferencia del kW, que indica la cantidad de potencia que un inmueble demanda en un momento determinado.
Aquí radica otra de las complicaciones, ya que en España hay dos sistemas distintos:
A los puntos señalados hasta ahora hay que sumar otros conceptos que hay que pagar sí o sí. En primero lugar está el impuesto eléctrico, un tributo especial que asciende en estos momentos al 5,1123%. A este hay que sumar el IVA, que se redujo de manera transitoria en el inicio del conflicto de Ucrania, pero que vuelve a situarse en el 21%.
A su vez, la Administración regula el alquiler de los denominados equipos de medida, indispensables para el suministro, aunque el coste repercutido en tu factura es bajo.
Finalmente, hay que apuntar que en el mercado libre se suelen ofrecer -o incluir sin que te des cuenta- otro tipo de costes extraordinarios, no ligados estrictamente al suministro de la energía sino a la gestión, como pueden ser el mantenimiento o las reparaciones. Aunque la cuantía varía mucho, aquí sí puedes poner el foco si quieres abaratar la factura eléctrica.
Es muy importante que analices cuándo tiendes a realizar un consumo mayor de electricidad. Para eso, puede venir muy bien que inviertas algo de tiempo en comprobar cuánto consumen tus principales electrodomésticos y apuntar cuándo los sueles poner en marcha. Las compañías suelen ofrecer tramos de mayor y de menor coste y a partir de ellos puedes analizar cuáles te conviene.
Consejo: la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tiene una herramienta abierta para consultar las mejores ofertas de operadores energético en función de tus consumos.
A partir de este estudio doméstico, y una vez que hayas mirado cuál es la potencia que tienes contratada, tienes la oportunidad de analizar si puedes reducir este apartado para reducir el gasto de tus facturas, teniendo en cuenta que tampoco es necesario que te arriesgues a sufrir continuos cortes de luz por superar tu pico.
No todo está en tu factura: también hay otros elementos que puedes introducir en tu día a día para reducir el consumo eléctrico. Hablamos por ejemplo de sustituir las bombillas incandescentes, las tradicionales, por otras LED, que tienen gastos diez veces menores.
También puedes optar por instalar herramientas domóticas o controladas desde la distancia, con las que puedes además ir midiendo tus consumos reales.
Otra estrategia para abaratar la factura y también para consumir energía limpia es la instalación de placas solares, lógicamente si te resulta posible. El sol es una fuente inagotable y puedes aprovecharlo para complementar tu consumo diario.
Sí debes tener en cuenta primero que exige una inversión inicial importante y que tienes que analizar cuántos paneles puedes colocar y en qué periodo puedes amortizar este gasto. En 2025 se han aprobado nuevas subvenciones de los fondos europeos para la eficiencia energética, pero solo para determinadas comunidades autónomas. A su vez, debes estudiar a qué bonificaciones tienes derecho en tu comunidad autónoma o tu ayuntamiento del IBI, el ICIO y el IRPF.
Las alternativas son:
¿Entiendes mejor ahora tu factura de la luz y qué opciones se te abren para reducir su importe? Recuerda revisarla para saber en qué apartado puedes mitigar el gasto y analizar si puedes seguir alguna estrategia de ahorro.