Contratando un seguro del hogar vamos a estar siempre cubiertos frente a la mayor parte de imprevistos o incidencias que puedan surgir dentro de nuestra vivienda. Lo importante es conocer bien las coberturas para que no haya sorpresas de última hora.
El seguro multirriesgo del hogar es el seguro que más gente elige. Está destinado a cubrir los daños producidos por hechos súbitos e imprevistos que se pueden producir en una vivienda, pudiendo recaer bienes y ocupantes. Tanto si eres propietario de una vivienda como si vives en una de alquiler, te interesa tener un seguro multirriesgo del hogar porque con él tendrás cubierto tanto el contenido como el continente de tu casa, la responsabilidad civil y otras coberturas añadidas, todo incluido en la misma póliza.
El contenido de una casa son los muebles, electrodomésticos, joyas, etc. Mientras que el continente es la estructura y construcción de la misma (paredes, techos, suelos o instalaciones como calefacción, agua, o electricidad).
Por lo tanto, un seguro multirriesgo nos va a cubrir frente a hechos imprevistos que ocurran en la vivienda como inundaciones, incendios o roturas que afecten la estructura de la casa y produzcan desperfectos en paredes, suelos, ventanas, puertas… así como en los muebles y otras pertenencias que tengamos en ella. También los daños que podamos ocasionar a terceros. Suelen tener coberturas generales pero es bueno conocerlas todas porque cada póliza puede variar.
Si sucede algún contratiempo y tienes contratado un seguro del hogar lo primero es llamar a tu compañía y consultar si ese imprevisto lo cubre o no la póliza que tienes contratada.
Además, es importante hacer la llamada cuanto antes porque los siniestros deben comunicarse en el plazo de 7 días desde su conocimiento para evitar problemas con la compañía.
Tan necesario como tener un seguro del hogar es contratarlo con los capitales asegurados adecuados a la valoración de la vivienda y su contenido: habrá que indicar el importe del valor del inmueble (continente) y el valor de los bienes que tienes dentro (contenido).
En función de esos importes, la prima del seguro o cantidad a pagar será mayor o menor. Por eso, es muy importante calcular bien con el capital asegurado porque si te has quedado corto puedes llevarte una desagradable sorpresa cuando tengas un siniestro.
Es decir, si el valor de los bienes es 20.000€ e indicas este capital en el contenido, cuando haya un incidente como por ejemplo un incendio en la cocina que destruya todo el mobiliario, el seguro pagará el coste de renovar el mobiliario destruido. Pero si el valor es de 20.000€ y aseguras en la póliza por un valor de 10.000€, el seguro pagará en base a esta cantidad, o sea, aproximadamente la mitad de lo que cueste el nuevo mobiliario, por lo que saldrías perdiendo.
Esa proporcionalidad que calcula el seguro la hará con la siguiente fórmula: Suma asegurada x Daños sufridos / Valor real de los bienes
Para calcular bien el importe a asegurar como contenido haz un inventario de lo que tienes en casa y el coste que supondría reponerlo: eso te permitirá dar un valor lo más ajustado posible a la realidad. Además, comprueba lo que entiende la compañía por el concepto “joyas” y por “objetos de valor especial”, ya que puede dar lugar a que en caso de siniestro no haya cobertura por mala interpretación. También tienes que tener en cuenta protecciones frente a robo como puerta blindada, rejas o alarmas que también se deberá indicar porque pueden hacer que te beneficies de alguna rebaja en el precio.
La responsabilidad civil suele ser una de las coberturas básicas y una de las más importantes en los seguros de hogar, ya que es la que cubre los daños que el asegurado y la vivienda puedan ocasionar, de forma accidental, a terceros. Es decir, goteras al vecino, roturas de ventanas, etc. Contratar estas pólizas nos ahorrará dinero y disgustos ante posibles accidentes.
Sí: muchas personas piensan que con los seguros de las comunidades de vecinos ya es suficiente para cubrir cualquier daño en la vivienda, pero no es así.
Las coberturas de los seguros de comunidades afectan a las partes comunes no a lo que es específico de cada vivienda. Por ejemplo, una rotura de tuberías está cubierta por el seguro de la comunidad de vecinos si lo que se rompe es una tubería bajante (verticales) pero si la rotura está en una tubería de tu hogar ese seguro no suele hacerse cargo.
Por todo ello, queda clara la importancia de contratar un seguro del hogar y, sobre todo, de contratarlo con las coberturas y capitales necesarios para que en el momento de su utilización no nos dé problemas y muchos incidentes se queden en una simple anécdota.