¿Por qué tener un seguro de vida con la hipoteca?

¿En qué consiste el seguro de vida con la hipoteca?

El seguro de vida que te ofrecen con la hipoteca está diseñado para poder seguir haciendo frente al pago de esta en caso de que al titular fallezca. Así, el pago del préstamo a la entidad financiera se ve garantizado si el titular no puede llegar a hacerlo, sin pasar la carga a sus herederos.

No obstante, cubrir o no la deuda en su totalidad dependerá de la cuantía por la que se constituye la póliza del seguro.

Ten en cuenta también que los seguros de vida son unipersonales: en caso de que contrates una hipoteca con tu pareja y la deuda la paguéis los dos, tendríais que tener un seguro de vida cada uno para cubrir el fallecimiento de ambos.

El seguro de vida no es obligatorio al contratar una hipoteca. Pese a esto, las entidades lo ofrecen y además suelen mejorar las condiciones de la hipoteca si se contrata.

¿Es recomendable contratar el seguro de vida?

Aunque no existe obligación alguna, siempre es recomendable que cuentes con el seguro de vida. Ya sea total o parcial, estás protegiendo a tus herederos en caso de que fallezcas. No se tendrán que enfrentar a una deuda sobrevenida, la cual quizás no estén en posición de atender. Tampoco recaerá sobre tu cónyuge, esté o no incluida dentro de la hipoteca.

Si contratar el seguro va a mejorar el tipo de interés de la hipoteca, es aconsejable adquirirlo cuanto antes. Esto se debe al sistema de amortización. Por regla general, en Europa encontrarás el de tipo francés, en el cual se pagan más intereses al inicio del préstamo. De esta manera, al contratarlo desde el principio, obtendrás un ahorro atractivo en esta fase.

No existen ninguna obligación de mantener el seguro durante un tiempo específico. Esto te ofrece una flexibilidad total, por lo que no te costará adaptarte a tus propias circunstancias. De esta manera, no dejes de aprovechar la libertad de la que gozas en este sentido.

Las ventajas de contratar el seguro de vida

Existen diferentes beneficios si adquieres un seguro de vida para una hipoteca. La principal es la tranquilidad. En caso de fallecimiento, el coste del préstamo quedará cubierto por la aseguradora. Además de esto, podrías contratar una póliza que incluyera la incapacidad u otras situaciones graves para contar con una protección mayor.

Junto a esto, evitas que las deudas recaigan sobre tus herederos o cónyuge. Es decir, estás actuando de manera responsable y consciente. La deuda recaerá sobre alguna persona si no cuentas con el seguro. Si esta no puede satisfacerla, estará en graves problemas. Gracias a él, te ahorras estas y otras situaciones que resultan muy perjudiciales.

También ahorras si tu banco te ofrece una bonificación. En este caso, los intereses que tienes que abonar se ven reducidos. Al mismo tiempo que ganas en tranquilidad con el seguro, reduces la cantidad de dinero que tendrás que pagar al final.

Por último, tienes libertad total para efectuar esta decisión. Quizás no estés interesado, sin importar los motivos. No hay una obligación formal para suscribir el seguro, lo cual evita que te veas forzado a colocarte en una posición que no te convence. Eso sí, procura reflexionar a fondo para que puedas tomar la mejor decisión posible.

En definitiva, ahora ya sabes que no existe obligación a la hora de contratar un seguro de vida en la hipoteca. Pese a esta circunstancia, es recomendable que lo suscribas. Ganarás en tranquilidad y, en caso de que llegue lo peor, tu familia estará cubierta frente a la deuda.