Cada vez está más en boca de todos ser lo más sostenible posible en nuestro día a día. Las nuevas tecnologías unidas a las fuentes de energías renovables hacen que esta posibilidad también se extienda a nuestras tareas más cotidianas y una de las formas que actualmente prima sobre el resto es el propio autoconsumo de energía. Es decir, generar y consumir nuestra propia energía. En este caso hablaremos en concreto sobre el autoconsumo colectivo.
Este tipo de autoconsumo es aquel del que se pueden beneficiar diferentes consumidores de una misma instalación a la vez. Pero claro, ¿cómo funciona el autoconsumo colectivo?
Principalmente, se trata de una instalación fotovoltaica en la que la energía que se genera a partir de los paneles fotovoltaicos se divide entre las diferentes personas, viviendas, etc. según el acuerdo de reparto que se haya gestionado previamente. Esta forma de reparto se hace de manera automática a través de un contador de generación que se instala de forma obligatoria en estos casos.
Al ser una instalación de paneles solares fotovoltaicos, estos pueden instalarse en diferentes edificios independientemente de que sean comunidades de vecinos, viviendas unifamiliares o, incluso, urbanizaciones siempre y cuando se cumplan los requisitos necesarios para poder realizar su instalación.
Igualmente, al elegir la empresa que se encargue del diseño de la instalación se debe tener en cuenta diferentes factores como la orientación del tejado del edificio, tamaño y los hábitos de consumo y requerimientos de la instalación eléctrica del edificio en el que se efectúe la obra.
Como hemos dicho anteriormente, el avance tecnológico ya permite que, hasta diferentes viviendas, como en el caso de las comunidades de vecinos, puedan ser más sostenibles gracias a las energías renovables.
Por ello, aunque las comunidades de propietarios compuestas por diferentes viviendas de vecinos y con las complicaciones que esto puede ocasionar, se pueden plantear diferentes opciones para la instalación de paneles fotovoltaicos:
Como se comenta en la opción tres, es posible que no todos los vecinos estén de acuerdos en acogerse a este tipo de obras. Por esta razón, siempre hay que tener en cuenta que según la Ley de Propiedad Horizontal se exige que un 33 % de los vecinos del edificio estén de acuerdo en la instalación de los paneles y que este porcentaje también represente el 33 % de las cuotas de participación de la comunidad.
Los vecinos que no quieran participar en la instalación en ese momento no deberán asumir ningún coste de la misma. No obstante, si más adelante acceden a empezar a utilizar la energía fotovoltaica, con el fin de ser más sostenibles, deberán abonar el importe de la obra inicial más el correspondiente interés legal.
Con esto ya sabes que en casi cualquier vivienda se puede llevar a cabo una instalación de paneles solares fotovoltaicos que generen la suficiente energía eléctrica como para abastecer hasta una comunidad de vecinos. El autoconsumo colectivo es una opción actualmente realista que también puedes llevar a cabo. Puedes obtener más información y consultar posibles financiaciones para estos proyectos en tu banco o continuar leyendo otros artículos de tu interés sobre este tema.