Si has superado la fase de principiante en esquí alpino y quieres deslizar más rápido, seguramente te interesa aprender a colocarte en posición de schuss. Es una forma muy útil de bajar las pistas a máxima velocidad reduciendo al máximo el rozamiento con el aire. ¿Quieres saber cómo se hace? A continuación, te explicamos cómo adoptar la "posición de huevo" y volar por las pistas.
Es una posición que se utiliza mucho en competición en las pruebas de velocidad, como las de gigante, supergigante, descenso y kilómetro lanzado. En todas ellas es vital la aerodinámica para poder deslizar más rápido y alcanzar velocidades de vértigo.
Por lo tanto, la posición de schuss es una postura indicada para deslizar a máxima velocidad y, para llevarla a cabo, se deben tener en cuenta tres reglas básicas basadas en la postura que debe adoptar tu cuerpo.
Las rodillas deberán estar simétricas, las espinillas y los esquís en paralelo. La distancia entre tus pies deberá ser ligeramente superior a la anchura de la pelvis. Las manos deben colocarse debajo de la barbilla y es muy importante que estén muy juntas para intentar ser muy aerodinámicos.
Ahora pongamos nuestro objetivo en la postura que deben adoptar los codos. Los codos deberán estar en una posición baja, postura en la que los tríceps descansen sobre el interior de las rodillas.
Es muy importante que la espalda esté lo más paralela al suelo posible. Para facilitar su ejecución, se puede levantar ligeramente las piernas e ir un poco más elevado para conseguir mejorar la posición de la espalda.
Es muy importante evitar llevar los codos hacia fuera y que las rodillas se inclinen hacia el interior, formando una x y rompiendo la simetría de las piernas.
¡Estas son las tres reglas básicas de aerodinámica que debes aplicar para poder realizar la posición de schuss de la mejor manera posible!