¿Seguro a todo riesgo o a terceros? ¿Qué coberturas contratar? Depende del coche y de quién lo conduce. Te contamos las diferencias entre los distintos seguros de auto.
El valor y la potencia del vehículo, tu edad, cuántas personas van a coger tu coche o hasta dónde quieres protegerte son algunos de los factores que influyen en un seguro de auto y en las coberturas que incluye.
En España todos los vehículos deben tener obligatoriamente un seguro mínimo de responsabilidad civil, estén circulando o no. A partir de esa póliza básica, puedes contratar seguros más completos con más garantías.
Recuerda que la responsabilidad es siempre de quien conduce, no del tomador del seguro. Por ello, lo recomendable es que, si varias personas van a usar habitualmente el vehículo, figuren en el seguro, especialmente si son jóvenes. En estos casos, se suele pagar un recargo por edad (habitualmente, menores de 25) o por antigüedad del carné.
La mayoría de las compañías aseguradoras ofrecen dos tipos de seguros en función de las coberturas contratadas: seguro a terceros o seguro a todo riesgo.
Suele ser la opción más económica, pero también la más básica y con menos prestaciones. No tener seguro a terceros puede suponer una sanción, además de graves consecuencias en caso de provocar algún accidente.
Esta póliza de carácter obligatorio cubre como mínimo la responsabilidad civil del conductor. Si es el responsable de un accidente, el seguro se hará cargo de los daños personales y materiales causados a los otros implicados en el siniestro (personas que vayan en el coche o en otro vehículo, peatones afectados…) o a la vía pública, dejando fuera de la cobertura los daños causados tanto al conductor como a su propio coche.
Lo recomendables es que cuente con estas cuatro coberturas básicas:
Además, puedes añadir más garantías para proteger tu vehículo frente a posibles accidentes. Las prestaciones más comunes que suelen incluirse en un seguro a terceros ampliado son:
El seguro a terceros ampliado también podría cubrir otros supuestos como la retirada del carné de conducir.
El seguro a todo riesgo es la modalidad más completa y es la que ofrece mayor tranquilidad ante lo que pueda ocurrir. Este tipo de seguro, además de cubrir los daños a terceros, incluye los daños propios y todos aquellos servicios que hayas elegido contratar.
H3: Seguro a todo riesgo con franquicia
Por lo general, contratar un seguro a todo riesgo con franquicia es una opción más económica respecto al seguro a todo riesgo sin franquicia a cambio de asumir parte del coste de las reparaciones.
En caso de tener un siniestro, la reparación del coche correrá a cargo del seguro por el importe que supere la franquicia. Por ejemplo, en un seguro a todo riesgo con franquicia de 300 euros, si la reparación del vehículo cuesta 3.000 euros, el asegurado únicamente pagará los 300 euros de la franquicia y la compañía aseguradora asumirá los 2.700 restantes.
El valor de adquisición es lo que le costó al propietario el coche. El valor venal es inferior y se calcula de acuerdo con unos baremos oficiales según las características y la antigüedad del coche.
Es importante conocer qué valor va a aplicar tu aseguradora en caso de siniestro total. En algunas compañías, se tiene en cuenta el valor de adquisición si el siniestro se produce en los primeros años, pero otras aplican el valor venal desde el primer año, por lo que la indemnización será mucho menor.
Tener claro cómo actuar en caso de accidente puede minimizar las consecuencias. Estos son los pasos que puedes seguir:
Nadie está preparado por completo para afrontar un percance en la carretera, pero tener estos consejos interiorizados y contar con un buen seguro pueden ser de gran ayuda en un momento así.