Cada vez son más frecuentes las estafas relacionadas con el alquiler de viviendas vacacionales. Desconfiar de ofertas demasiado buenas para ser ciertas, contratar alojamientos solo en plataformas oficiales y elegir siempre opciones de pago seguras son algunos de los consejos que pueden evitarte un susto en estas vacaciones.
¿Estás buscando destino para unas merecidas vacaciones? Puede que este verano te veas en una piscina infinita con vistas al mar o en un ático en el centro de una capital europea… ¡y a un precio rebajadísimo! Si sueñas con un momento así, despierta y mantente alerta ante un posible fraude online.
Los fraudes también son para el verano y los ciberdelincuentes aprovechan los meses previos al periodo estival para ofrecer supuestos chollos. ¿Cómo? Por medio de anuncios de alquileres de viviendas vacacionales muy atractivos por precios muy bajos a través de webs falsas con apariencia similar a páginas reales. También cuelgan esos anuncios en conocidas plataformas turísticas, desde donde derivan al usuario a otros canales para el pago.
Hay que tener especial cuidado ya que, en ocasiones, una vez que has pagado total o parcialmente el precio, los supuestos arrendadores desaparecen sin dejar rastro.
Además, un fraude puede llevar a otro fraude. Si los falsos anunciantes te solicitan datos personales o financieros, por ejemplo, a través de un correo electrónico, ¡no se los des! Podrías estar siendo, además, víctima de un intento de phishing.
En estas fechas se produce un incremento de contrataciones de alquileres vacacionales y muchas de ellas se realizan por medio de internet, por lo que es bueno tener presente algunas recomendaciones que pueden evitarte sufrir estafas.
Sigue estos consejos antes de reservar tus vacaciones:
Ten cuidado con las ofertas notablemente por debajo de los precios de mercado. Desconfía de los anuncios muy atractivos y con precios demasiado baratos, especialmente si te llega por correo electrónico o a través de redes sociales una oferta que parece demasiado buena para ser cierta. ¡No pinches!
Sospecha de mensajes alarmistas y no te fíes de avisos que urgen a reservar ya o realizar otras acciones apresuradas. Tómate tu tiempo en el proceso de selección y contratación del alojamiento.
Contrata tus vacaciones en páginas web o apps oficiales y con buena reputación.
Deberás tener cuidado con las páginas que simulan ser las originales. Asegúrate de que la dirección empieza siempre por https y desconfía si la página no tiene aviso legal con información sobre la empresa, condiciones de contratación, tratamiento de datos personales, cómo se presta el servicio y cómo se deben realizar las reclamaciones.
Si tienes dudas, busca opiniones en foros u otras plataformas de reserva de vacaciones y revisa cuidadosamente las descripciones de los alojamientos. Verifica también la autenticidad de las reseñas de la vivienda y del propietario.
Para ello, conviene buscar en otras páginas web similares para comprobar si se están replicando anuncios con fotografías o información de otras plataformas.
También puedes analizar la reputación y capacidad del sitio, consultando fuentes de información externas, como Google, otros portales de alquileres, asociaciones de consumidores o foros de viajes. Ante la más mínima duda, desiste de la contratación.
En la medida de lo posible, intenta realizar el pago con tu tarjeta financiera y evita pagar mediante transferencias o en portales de terceros externos a la plataforma de alquiler.
Utiliza siempre opciones de pago que sean seguras. Es recomendable seguir siempre el flujo de contratación de la plataforma y no realizar nunca el pago mediante enlaces proporcionados por otras vías, como Whatsapp o Telegram.
Además de los alquileres vacacionales, estas recomendaciones son extensibles a anuncios de excursiones o experiencias, reservas de hoteles, visitas, entradas a lugares turísticos, etc.
Si has sido víctima de una estafa o fraude relacionado con un alquiler vacacional, reúne toda la información y denúncialo lo antes posible.
La Policía Nacional recomienda denunciar el hecho en cualquier comisaría y proporcionar todos los detalles y datos que puedan facilitar la investigación, como recibos que demuestren el pago, capturas de pantalla o información de contacto de los supuestos estafadores.