¿Entiendes todo lo que aparece en tu nómina? Términos como cotizar, devengos o IRPF te van a acompañar durante toda tu vida laboral. Cuanto antes los comprendas, mejor.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes o vas a tener pronto entre tus manos tu próxima nómina y te gustaría entenderla bien. Tal vez sea la primera o quizás lleves años trabajando y aún no has conseguido saber qué contiene exactamente ese documento que recibes cada mes.
Tener dudas y no entender tu nómina es totalmente normal. Están las de siempre, como si es mejor cobrar las extras prorrateadas o cuánto deben retenerte. Y también van surgiendo nuevas preguntas, como por qué el MEI hará que en los próximos años cobres un poco menos.
Empecemos por el principio. Puedes entender tu nómina como el salario que cobras de tu empresa cada mes (después de un mes de trabajo o en los primeros días del mes siguiente). Pero eso es solo la punta de un iceberg de cifras.
Efectivamente, es un justificante de pago, un recibo que la empresa debe entregarte obligatoriamente, pero también es la forma de saber cuánto cobras y por qué conceptos, qué deducciones tienes, cuánto aportas a la Seguridad Social y cuáles son las retenciones aplicadas.
¿Cuánto cobras? Probablemente, ha venido a tu mente lo que recibes cada mes en el banco. Pero, para saber realmente cuál es tu sueldo o cuánto te pagarán si cambias de trabajo, tienes que tomar como referencia el salario bruto anual. Es la cifra que normalmente dan las empresas en una entrevista o a la hora de formalizar un contrato.
Si lo que quieres saber es en cuánto se queda tras restar las retenciones y las cotizaciones a la Seguridad Social, entonces necesitas conocer tu salario neto, que siempre va a ser menor que el salario bruto.
Además, para saber cuánto vas a recibir en tu cuenta cada mes, tienes que contemplar también otras cuestiones, como si las pagas extras, incluidas en el salario anual, están o no prorrateadas.
Por cuestiones como estas es tan importante saber entender tu nómina.
Aunque cada empresa tiene su propio documento de nómina, habitualmente la información que contiene se divide en:
El encabezado es donde aparecen los datos de la empresa y del trabajador. En la zona superior se encuentra también el periodo de liquidación, es decir, el mes de pago de la nómina.
En el cuerpo, puedes ver el detalle de todos los conceptos que suman en tu nómina: tu salario base y también complementos, transporte, horas extras, plus si trabajas en festivo o fin de semana… Al final de cada línea, está el importe total bruto de cada concepto.
En la parte inferior quedan reflejadas varias cifras totales:
La paga extra es, sin duda, uno de los conceptos más atractivos de una nómina. Todos los trabajadores tienen derecho a recibir dos gratificaciones extraordinarias al año. Una de ellas es en Navidad y la otra suele ser en verano, aunque se fija por convenio, al igual que su importe.
Así lo establece el Estatuto de los Trabajadores, donde también se recoge la posibilidad de fijar por convenio que se prorrateen en las doce mensualidades, vamos, que estén incluidas en tu nómina cada mes.
Si solo te fijas en la nómina, puede cambiar tu percepción de lo que te paga la empresa. Pero solo es eso, una percepción. Lo importante es tener claro que, al cabo del año, cobrarás en total lo mismo tanto si tienes 12 pagas como si tienes 14.
Eso sí, entender tu nómina es solo el primer paso. Que puedas organizar tus ingresos depende de tu capacidad de ahorro y planificación.
Cuando cobras recibes tu salario neto, es decir, el salario bruto menos las deducciones y retenciones. Pero, en realidad, no creas que estás perdiendo dinero, sino que cada mes estás contribuyendo de alguna manera a tu futuro o al bienestar de todos.
Cuando empiezas a trabajar, también empiezas a cotizar; es decir, a aportar dinero a la Seguridad Social. En la parte inferior de tu nómina, verás la base de cotización mensual, que es la remuneración total bruta anual dividida entre los doces meses del año.
La base de cotización a la Seguridad Social es esencial para el cálculo de las prestaciones contributivas, es decir, lo que cobrarás en determinadas situaciones como una baja por enfermedad, tu jubilación, desempleo, maternidad y paternidad, etc.
Junto a tu base de cotización, verás el número de tu grupo de cotización, que puede ir del 1 (el más alto) al 11 (el más bajo). Según estos grupos, se establecen cada año unas bases de cotización mínimas y máximas para las distintas contingencias (las situaciones que cubren) y categorías profesionales.
Estas cuotas se dividen en dos: las que aporta la empresa y las que aporta el trabajador. En este último caso, aunque sean tus aportaciones, también es la empresa quien las ingresa a la Seguridad Social a través de los seguros sociales.
Las aportaciones a la Seguridad Social contribuyen, entre otras cuestiones, al funcionamiento de nuestro sistema de pensiones. De hecho, tus aportaciones y las del resto de trabajadores en activo son las que sostienen las pensiones de las personas jubiladas en este momento. ¿Has oído hablar de que cada vez nos jubilaremos más tarde? Eso se debe a que, en una sociedad cada vez más longeva, la proporción de personas retiradas sobre la población activa va en aumento.
De hecho, desde 2023 aparece un nuevo concepto en todas las nóminas que irá aumentando cada año: el MEI (Mecanismo de Equidad Intergeneracional), creado en la última reforma de las pensiones para hacer frente a las jubilaciones de la generación del baby boom, también conocidos como boomers. Lo que percibas cada año no variará mucho, pero conocer este término y lo que implica también te ayudará a entender tu nómina mejor.
El IRPF es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que pagan todas aquellas personas residentes en España o que obtienen rentas en España durante un año natural. Es obligatorio y progresivo: cuanto más cobres, mayor será el porcentaje de retención que se aplicará.
Como verás, se resta de tu nómina cada mes, pero se ajusta al hacer la declaración de la renta. Es como un adelanto de lo que te correspondería pagar a Hacienda según tus ingresos. Si te han retenido de más, la declaración de la renta te saldrá a devolver; si te han retenido de menos, te saldrá a pagar. Entender tu nómina pasa por entender el IRPF y por qué la retención que te practican puede ir cambiando.
Cuánto pagarás de IRPF dependerá de tu salario y de tu situación personal y familiar. Tu empresa es quien se encarga de calcularlo y es posible que vaya haciendo algún ajuste a lo largo del año. Por ello, es muy importante que informes de cualquier cambio en tus circunstancias personales y familiares. Por ejemplo, si has tenido un hijo o te haces cargo de un familiar mayor.
Con la ayuda de un simulador, puedes calcular el tipo de retención y el salario neto.
Cada vez más empresas ofrecen beneficios sociales a sus trabajadores. Son una forma de incentivar a la plantilla y también de atraer talento. Si tienes, esta información también se reflejará en tu nómina.
Si te dan la posibilidad de tener retribución flexible en tu empresa es que puedes recibir, si quieres, una parte de tu salario en forma de productos o servicios, como un seguro médico, vales de restaurante o tarjeta transporte. Al contratar esos servicios, su coste se descuenta directamente del sueldo y está exento del IRPF. Por ello, la principal ventaja de la retribución flexible es el beneficio fiscal: permite reducir el importe bruto sobre el que se calcula lo que tienes que pagar por IRPF y, por tanto, aumentas tu salario neto.
Además, los beneficios sociales también pueden ir más allá del salario. Pueden ser una retribución extra que se da a toda la plantilla y no de forma individual a quien lo solicita, como ocurre con los planes de pensiones de empleo. Los planes de empleo son un como una “hucha” para tu jubilación en la que la empresa va metiendo dinero cada año y en la que tú también puedes aportar dentro de ciertos límites.
Eso sí, todas estas retribuciones en especie tienen un límite del 30% del salario bruto anual.
¿Has logrado, por fin, entender tu nómina?