Si estás mirando ofertas de Black Friday, sigue estos consejos para hacer tus compras de forma segura.
Las ofertas por Black Friday llenan escaparates y anuncios a medida que se acerca el último viernes de noviembre. Esta fecha se ha convertido en uno de los grandes momentos del año para realizar compras, aprovechar grandes descuentos y adelantar las compras de Navidad. Es también una de las épocas en las que suelen dispararse los intentos de fraude.
Es necesario extremar las precauciones para no caer en una estafa. Si compras online, tu tarjeta es tu mejor aliada para unas compras seguras. Pero, además, es recomendable aplicar una serie de medidas para acabar el año sin sustos.
Aquí tienes unos consejos que te servirán para tus compras de Black Friday y en cualquier otro momento.
Si compras a través de una aplicación, asegúrate de haberla descargado en Apple Store (iOS) o Play Store (Android). En general, tanto si se trata de apps como webs, haz tus compras solo en sitios oficiales, con aviso legal y condiciones de venta.
Si recibes una oferta que parece demasiado buena como para ser cierta, desconfía. Si te llega un mensaje por correo electrónico, SMS o redes sociales que te urge a realizar una acción, como hacer un pago inmediato, no pinches.
Verifica que la app o la web usa servicios de pago de confianza. Y recuerda tener a mano tu móvil cuando estés en la pasarela de pago porque, en función del importe y el comercio, podrías recibir un código SMS de tu banco para confirmar que eres tú quien está realizando la compra.
A través de tu banca digital o la app del banco, puedes modificar los límites de tus tarjetas. Puedes hacerlo tanto para controlar tus propios gastos como medida de prevención para minimizar las pérdidas si fueras víctima de un fraude.
Puedes ajustar el disponible diario y ampliarlo cuando te haga falta.
Una forma de controlar todos los movimientos de tus cuentas y tarjetas es activando alertas desde tu banca digital. Si lo haces, recibirás una notificación cada vez que se produzca un movimiento o si recibes un cargo por un importe superior a la cantidad que indiques. Además, podrás reaccionar inmediatamente si no reconoces un pago y contactar con tu banco.
Otra medida de prevención es tener tu tarjeta apagada si no tienes previsto usarla o limitar alguna de sus funcionalidades, como la posibilidad de realizar compras online. Puedes apagar y volver encenderla cuando la necesites desde tu banca digital o la app de tu banco.
Aunque la mayoría ya sabe qué es y qué supone comprar en Black Friday, no todo el mundo conoce el origen de esta fecha.
Lo cierto es que los expertos no se ponen de acuerdo en el origen de este acontecimiento comercial. Hay varias teorías al respecto.
La primera vez que se hizo referencia al Black Friday fue en 1869 para referirse al mayor escándalo financiero del siglo XIX, motivado por la especulación sobre el precio del oro. Jay Gould y Jim Fisk, dos inversores, habían ido acumulado oro con el objetivo de elevar su precio en el mercado. Sin embargo, fueron descubiertos y se lanzaron a venderlo, lo que provocó un terremoto financiero en Wall Street. Después de tres días, el viernes 24 de septiembre, el oro había perdido un 33% de su valor. Esto provocó la ruina de muchos inversores, por lo que los periódicos no dudaron en usar el término “viernes negro” para referirse a esta fecha.
Esta expresión fue usada de nuevo a mediados de la década de 1960. Un día después de Acción de Gracias, se celebró en la ciudad de Filadelfia un partido de fútbol americano entre miembros de la Marina y del Ejército. La expectación ante el evento fue máxima. Tanto que muchos pensaron que era una buena idea acercarse a esta ciudad para disfrutar del encuentro y, de paso, aprovechar para hacer las compras navideñas.
El resultado no fue otro que el de una ciudad sumida en el caos por el elevado número de visitantes que se dieron cita en ella. Las tiendas colapsaron, al igual que el tráfico, por lo que los titulares al día siguiente usaron la expresión Black Friday para referirse a ese día. Poco a poco, el término comenzó a hacerse popular en la prensa para definir a ese viernes tras el descanso de Acción de Gracias en el que los norteamericanos dan el pistoletazo de salida a la Navidad, sobre todo en lo relacionado con las compras, haciendo que los números rojos de las empresas pasen a ser negros.
Con todo, el término no terminaría de calar de forma definitiva hasta 1975, gracias a un artículo publicado en The New York Times que hacía referencia a los atascos originados en la ciudad como resultado de los descuentos ofrecidos por las tiendas el día posterior a Acción de Gracias. Desde entonces, se fue extendiendo esta práctica. Eso sí, en esta época era un evento exclusivo de los Estados Unidos y algo completamente desconocido en Europa.
Aún quedaba bastante tiempo para que los europeos comenzaran a ver el Black Friday como una oportunidad para ahorrar. En nuestro país, el evento lo importó la cadena alemana MediaMarkt en 2012. Pero ese año fue la única empresa que celebró el acontecimiento, por lo que pasó sin demasiada atención.
Al siguiente año ya se sumaron otras compañías, como Amazon o El Corte Inglés. Esto empezó a dar mayor visibilidad al evento y consiguió que fuesen muchos los consumidores que adelantaban sus compras de Navidad.
En 2015 fueron dos millones de personas las que compraron en esta fecha, una cifra que no ha dejado de crecer en los siguientes años.
Además, la llegada del Cyber Monday, que se celebra solo en tiendas online el lunes siguiente al "viernes negro", ha hecho que la importancia de esas jornadas para muchos comercios crezca todavía más.
Como has podido comprobar, la denominación del Black Friday tiene unos orígenes inciertos. De lo que no se puede dudar es de que es uno de los grandes eventos comerciales a nivel mundial y de que se deben extremar las precauciones antes posibles fraudes online.