Sigue la evolución de los mercados financieros.
Siguen las dudas en los mercados de renta variable, pero al menos, si la jornada del viernes lo permite, el S&P-500 cortará la racha de 5 semanas consecutivas cayendo. El resto de mercados internacionales sigue comportándose mejor que el americano: los inversores siguen desconfiando de Trump.
Esta semana hemos conocido el dato de ventas minoristas en Estados Unidos, que, sin ser un dato espectacular, ahuyenta los miedos a un parón brusco de la actividad en esa economía. Las ventas suben un 0,2% y el llamado grupo de control, que anticipa el comportamiento del consumo personal, sube un 1%, compensando prácticamente lo que cayó en enero.
En renta fija, el mercado recupera parte de las pérdidas de la primera mitad del mes. En EE. UU, los comentarios de Powell después de la reunión de la Fed se leen como “suaves” y la curva se desplaza a la baja en alrededor de 5 p. b. La TIR a 10 años se sitúa en el 4,25%. En la zona euro, el movimiento es parecido, de mayor intensidad en los tramos largos. La TIR del bund alemán a 10 años cae hasta el 2,76% desde el 2,9% que alcanzó la semana pasada, niveles máximos desde 2011.
De cara a esta semana, estaremos atentos a los primeros datos de confianza empresarial de marzo en Europa; y a las novedades que vengan desde Ucrania y desde EE.UU sobre política comercial: el día 2 de abril se acerca, fecha en la que deberían ponerse en marcha los aranceles recíprocos con el resto del mundo según las amenazas de Trump.
El S&P-500 aguantó el viernes pasado el primer nivel de soporte, 5.566, pero posiblemente lo volverá a testear. Si lo mantiene, sería buena señal. El siguiente nivel estaría un 4% más abajo y coincidiría con el retroceso del 38,2% del movimiento alcista desde octubre de 2023. En esos niveles, el mercado se situaría en valoraciones de alrededor de 19 veces los beneficios esperados de los próximos 12 meses; lo que también podría actuar de soporte.
En el primer mandato de Trump, cuando empezó a imponer aranceles en 2018, el mercado también tuvo una corrección de más del 10% que luego recuperó en los siguientes meses. Siempre es difícil acertar el mínimo del mercado, pero podríamos estar cerca de verlo.
Como bien recalca Marko Papic, estratega geopolítico de BCA research, el mercado se vuelve inmune a los riesgos geopolíticos rápidamente: muchas veces no hace falta que la situación mejore, es suficiente con que deje de empeorar. El mercado alcista del Covid-19 empezó en marzo de 2020 y el conflicto de Ucrania dejó de ser relevante para el mercado en septiembre de 2022 (aunque ha vuelto a ganar foco en las últimas semanas). Con los aranceles puede pasar lo mismo, el mercado puede “pasar” del tema si el flujo de noticias no empeora.
Esta semana hemos tenido reuniones de política monetaria de 11 bancos centrales importantes. Tan solo dos, Brasil +100 p. b. y Suiza -25p.b., han movido sus referencias. El resto las mantiene sin cambios a la espera a nuevos datos macro y, sobre todo, a tener más información sobre las políticas comerciales de Trump.
De entre todas las reuniones, las que más han centrado la atención del mercado han sido la de Reserva Federal y la del Banco de Japón.
La Fed ha mantenido su objetivo de tipos a corto plazo entre el 4,25% y el 4,5%. Ha bajado sus previsiones de crecimiento y subido las de inflación, pero de manera moderada. Tampoco ha modificado su visión sobre los tipos de interés de los próximos dos años y sigue esperando 2 bajadas en 2025 y otras dos en 2026. Los comentarios de Powell restando importancia a los recientes repuntes en las expectativas de inflación han sido recogidos como “suaves” por el mercado, que anticipa casi 3 bajadas de tipos en lo que queda de año, desde sólo 1 esperada a mitad de enero.
Por su parte, el Banco de Japón mantiene tipos, pero sigue preparando al mercado para subidas en los próximos meses.
Finalmente, Turquía también ha subido tipos esta semana, pero, en este caso, en una reunión de emergencia. La inestabilidad política debilita la lira y fuerza al banco central a actuar, para tratar de frenar su caída. La geopolítica, de nuevo, influenciando a los mercados financieros.
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