Todos conocemos a grandes rasgos lo que son los seguros de vida. Pero a veces podemos confundir ciertos términos o conceptos que nos llevan a error. Para que no haya ninguna duda y entiendas en qué consisten y las diferencias con otro tipo de seguros, a continuación vamos a explicarte lo más destacado que tienes que saber sobre los seguros de vida.
Los seguros de vida protegen a las personas que tú designes como beneficiarias en el caso de que a ti te suceda algo. Es una garantía de que esas personas queridas puedan recibir una indemnización por el capital asegurado.
Los seguros de vida suelen incluir la garantía de fallecimiento y también la de invalidez para sobrellevar las consecuencias que acarrea cualquiera de las dos situaciones. Por ejemplo, si existe un seguro de vida, éste puede ayudar con el pago de los estudios de tus hijos, puede ayudar con el pago de la hipoteca de tu casa, puede ayudar a que tu pareja continúe pagando el préstamo del coche… o puede ayudar para que podáis llevar a cabo reformas en el hogar que faciliten tu movilidad, si ésta se ha reducido.
Lo cierto es que contratar un seguro de vida es un ejercicio de previsión, responsabilidad y madurez que se lleva a cabo con total normalidad como protección para tu familia en un momento dado.
A la hora de contratar un seguro de vida es muy importante conocer las diferencias que existen entre los denominados Seguros de Personas, pues no todos ofrecen las mismas coberturas. Te mostramos las principales claves para poder diferenciar algunos de ellos.
¿Se trata de un Seguro de Accidentes o de un Seguro de Vida? Cuando vayas a contratar un seguro con el objetivo de proteger a tus seres queridos ante la situación que provocaría tu fallecimiento o tu invalidez, comprueba si el seguro te da cobertura únicamente en caso de que sea consecuencia de un accidente (seguros de accidentes) o si, por el contrario, te ofrece protección independientemente de si la causa es una enfermedad o un accidente (seguro de vida). En el mercado encontrarás diferentes modalidades: algunas presentan periodos de carencia (tiempo en el que todavía no tienes cobertura), otras establecen límites temporales, etc. Las diferentes modalidades pueden ser más básicas o más complejas, pero lo importante es no confundir el seguro de vida con el de accidentes, ya que este último solo pagará a los beneficiarios en caso de que el fallecimiento se produzca a causa de un accidente, mientras que el seguro de vida cubre otras causas del fallecimiento.
¿Se trata de un seguro de decesos o de un seguro de vida? A la hora de contratar tu seguro de vida tú calcularás el capital asegurado con el que poder mitigar o neutralizar el impacto económico de un posible fallecimiento o invalidez (tendrás en cuenta factores como: personas a tu cargo, tu nivel de ingresos, las pautas de gasto y endeudamiento, etc.) y, en caso de acaecer alguna de las dos situaciones, tú o tus beneficiarios recibiréis ese capital para hacer frente a las consecuencias. Sin embargo, con tu seguro de decesos, lo que estás contratando principalmente es que la aseguradora asuma los gastos del sepelio (servicios funerarios), que generalmente consisten en una cantidad ya predeterminada y que tú no puedes modificar ni destinar a otras finalidades.
Así que, en definitiva, un seguro de vida es una fórmula de protección de mayor alcance, que dispone de unas coberturas más amplias para situaciones más variadas y, por lo tanto, es mucho más completo.
Habitualmente asociamos un seguro de vida con la garantía principal: el fallecimiento. Sin embargo, muchas modalidades incorporan la garantía de Invalidez como riesgo complementario. Es muy importante que sepas reconocer qué tipo de incapacidad cubre tu póliza para saber si es el tipo de seguro que necesitas o si, por el contrario, debes ir en busca de otra modalidad. Por ejemplo, no es lo mismo un seguro de vida que contemple la cobertura de la Incapacidad Permanente Total, que la que te asegura la Incapacidad Permanente Absoluta. A continuación, te definimos cada tipo de incapacidad: con estos breves conocimientos sabrás reconocer qué seguro de vida es el más adecuado para ti.
Es lo que comúnmente se conoce como baja médica. La persona queda incapacitada para el trabajo de manera puntual. Sigues cobrando tu sueldo, pero esta situación no puede durar más de 12 meses, momento en el que el Instituto Nacional de la Seguridad Social valorará la posibilidad de que la incapacidad se convierta en permanente, o bien que se presuma el alta médica. Habitualmente los seguros de vida no indemnizan en esta situación.
Si la situación temporal es finalmente valorada como permanente, esta podrá serlo en diferentes grados. Hay que tener en cuenta que puede ser revisable y puede cambiar el grado de incapacidad dependiendo de lo que se valore tras esa revisión.
Grados de incapacidad permanente: