Los planes de pensiones pueden suponer un gran ahorro en cada declaración de la renta.
Estas aportaciones a los planes funcionan como una reducción: el dinero que inviertes en el plan se resta de la base imponible general en el IRPF.
En decir, si has ganado 25.000€ y has invertido en tu plan de pensiones 3.000€, para Hacienda es como si solo hubieras ganado 22.000€ por lo que los impuestos van a ser menores.
Además, cuanto mayor sea tu base imponible general, mayor será el ahorro. La razón está en las tablas de IRPF y en que la renta es un impuesto progresivo, por lo que la reducción se aplica sobre el tramo más alto de la tabla.
También hay que tener en cuenta el resto de rendimientos de la base general distintos de los rendimientos del trabajo y los de la actividad económica, como son los arrendamientos, las imputaciones de renta inmobiliaria y las ganancias patrimoniales no derivadas de transmisiones patrimoniales.
Por ejemplo, una persona con unos rendimientos netos del trabajo de 49.000€ que además obtenga unos rendimientos netos por alquileres de 14.000€, tendrá una base imponible de 63.000€, por lo que si invierte 3.000€ en un plan de pensiones, se evitará pagar un 45% de impuestos por ese dinero invertido. Por su parte, una persona con una base imponible de 35.000€, se ahorrará un 30% de lo que aporte al plan.
Por un lado, debes calcular los impuestos que pagas anualmente y por otro los que pagarías de tener unos ingresos reducidos por la aportación al plan. La diferencia de impuestos en los dos casos es lo que llamamos el ahorro fiscal de los planes de pensiones. También puedes hacerte una idea aproximada fijándote en la tabla de tipos marginales del IRPF: el porcentaje de gravamen que se aplica al tramo de ingresos en el que te encuentras se corresponde con el porcentaje de ahorro fiscal sobre tu aportación que tendrás.
Tramos IRPF 2020
Tipos a aplicar | |
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Desde 0 a 12.450,00€ | 19% |
De 12.450,01€ a 20.200,00€ | 24% |
De 20.200,01€ a 35.200,00€ | 30% |
De 35.200,01€ a 60.000,00€ | 37% |
A partir de 60.000,01€ | 45% |
Pero en cualquier caso, un buen consejo puede ser reinvertir ese ahorro fiscal que tienes cada año en tu plan de pensiones nuevamente. Así harás crecer más el ahorro con menos esfuerzo por tu parte.
Para Hacienda los planes de pensiones tienen la consideración de rendimientos del trabajo y por lo tanto las cantidades cobradas cada año se declaran en el mismo apartado que tu nómina o pensión.
Esto implica que tributan según las tablas generales de IRPF y no las del ahorro como ocurre con otros productos de inversión.
Al igual que las aportaciones reducen la base general, los cobros la incrementan. En la práctica, este tratamiento fiscal lo que hace es ayudarte durante la etapa activa a conseguir acumular un ahorro mayor, posponiendo el pago de impuestos al momento del cobro en la jubilación.
Si bien es cierto que cuando declaras el cobro de un plan de pensiones lo haces por el beneficio de haberlo tenido ahí y por el capital que le hayas aportado, hay formas de pagar menos impuestos cuando rescates este fondo de pensiones.
Suponiendo que la fiscalidad sea la misma que la actual (lo cual será improbable excepto que te vayas a jubilar próximamente), puedes hacer un cálculo de impuestos que hay que pagar al hacer la declaración de la renta el año del cobro, no obstante, en tu entidad financiera te asesorarán teniendo en cuenta la legislación vigente en el momento de tu jubilación.