Consejos para preparar una entrevista de trabajo y olvidarte de los nervios

Te contraten o no, enfrentarte a un proceso de selección puede servirte como aprendizaje personal.

Consejos para preparar una entrevista de trabajo y olvidarte de los nervios

¿Quién no ha sentido nervios antes de una entrevista de trabajo? ¿O inseguridad o dudas? Son sentimientos habituales a la hora de enfrentarse a un proceso de selección. Sin embargo, puedes darle la vuelta a la situación. 

De hecho, así lo ven las personas que se dedican a ello. “Es una oportunidad para aprender y mejorar, tanto si el resultado es un sí como si es un no”, en palabras de Marian Miravé, responsable de Selección del Área de Personas de Ibercaja.

Si estás en búsqueda de empleo y quieres preparar una buena entrevista que te sirva también como aprendizaje personal, esta guía seguro que te ayuda. 

Tendencias actuales en las entrevistas de trabajo 

En los últimos cinco años, la tecnología ha transformado las entrevistas. Hoy el poder se reparte entre la persona candidata y la persona que realiza la entrevista y, aunque las preguntas clásicas se mantienen, el tono ha cambiado.

  • Entrevistas virtuales e híbridas: la mayoría de los procesos incluyen ya una parte online, lo que requiere tener en cuenta aspectos diferentes a los de una entrevista presencial. Pero no te equivoques, que sea virtual no significa que sea menos importante.
  • Uso de IA: las empresas utilizan cada vez más la inteligencia artificial para el reclutamiento, incluso pueden realizar entrevistas con chatbots.
  • Contratación basada en habilidades (skills-based hiring): la tendencia a preguntar por resultados y procesos para evaluar las habilidades es cada vez mayor.
  • Competencias y cultura organizacional: conocer las competencias de un aspirante también es útil para saber si encaja en la cultura de la empresa. Por ello, cuando prepares la entrevista, es recomendable que busques cuáles son los valores de la compañía de la que quieres formar parte y compruebes si encajan contigo.
  • Autenticidad y propósito: cada vez se valora más la autenticidad y el propósito de vida de la persona candidata. El dinero es importante, pero no la única razón por la que trabajar. Muéstrate tal como eres, pero sin olvidar que estás en una entrevista de trabajo.

Estrategias para destacar 

Muchas de los candidatos reconocen que dedican menos de una hora a preparar la entrevista. Un error, según los reclutadores, porque cuanto mejor te prepares, ganarás más seguridad y sentirás menos estrés. Así que toca ponerse a trabajar.

Antes de la entrevista 

  • Investiga a la empresa: antes de enviar tu currículum, busca información objetiva sobre la compañía (noticias, web, redes sociales), su propósito y sus valores. Este primer paso es fundamental porque te ayudará a saber si quieres trabajar ahí. Incluso puedes interesarte por las personas que te van a entrevistar. Ahí LinkedIn puede ayudarte.
  • Estudia el puesto: conoce las tareas que tendrás que desempeñar. Lee bien la descripción de la oferta para ver si tu perfil personal y formativo se ajusta a lo que busca la empresa. Si hay aspectos que no encajan, no lo descartes todavía: puedes buscar estrategias para convencerles de que eres la persona adecuada. ¡Ah! Lee las tareas de nuevo antes de la entrevista para tenerlas frescas. No vale el “he aplicado a muchas ofertas de trabajo y no me acuerdo”.
  • Prepara respuestas: ten respuestas pensadas de antemano para las preguntas clásicas que seguro van a hacerte como tu experiencia profesional, a qué retos te has enfrentado y cómo los resolviste, por qué te interesa el puesto de trabajo, qué sabes sobre la empresa, cuáles son tus metas y tus habilidades. Para preparar estos cuestionarios puedes utilizar el método STAR (Situación, Tarea, Acción, Resultado), que te ayudará a construir respuestas concisas y concretas.
  • Logística y vestuario: sé puntual, tanto en una entrevista presencial como online. En el caso de la virtual, asegúrate de que tienes buena conexión y piensa en un plan B por si la tecnología falla. Elige ropa formal, que te haga sentir seguridad, y evita accesorios o prendas que puedan resultarte incómodas. Piensa que tienes que concentrarte en las preguntas y, si algo puede distraerte, mejor evitarlo.

Durante la entrevista 

  • Lenguaje corporal: mantén una posición erguida, sonríe y no pierdas el contacto visual con todos los entrevistadores. El lenguaje verbal es muy importante, así que gesticula de forma natural. 
  • Escucha activa: presta atención a la pregunta, escucha hasta el final y no te centres solo en la respuesta. Un consejo: fíjate en los gestos de los reclutadores. Pueden darte pistas de si les interesa lo que dices o no, para así poder redirigir la entrevista según lo que percibas. Se trata de convertir las preguntas y respuestas en una conversación que fluya.
  • Ejemplos claros y brevedad: la entrevista tiene un tiempo limitado, así que optimízalo. Ve a lo importante y usa ejemplos concretos. Para esto, la investigación que has hecho en la fase previa y la preparación de las preguntas que “seguro caen” te ayudarán.
  • Autenticidad: simplemente tienes que ser tú. Comparte lo que haces bien y lo que no, no lo ocultes, pero trata de no mostrarlo negativamente. La honestidad está bien, pero no olvides que estás en una entrevista de trabajo.
  • Preguntas “imposibles”: a veces puede que tengas que enfrentarte a preguntas inesperadas como, por ejemplo, "¿Qué color serías?" o "¿Cuál es tu superpoder?". Si te las hacen, responde de la forma más creativa posible y piensa que puede que no sean vinculantes, sino que buscan ver rapidez y resolución ante una situación fortuita.
  • Muestra interés: pregunta por las siguientes fases, plazos y tiempos del proceso. También puedes preguntar por el salario, aunque en este caso, se recomienda hacerlo en la segunda entrevista.

Después de la entrevista 

  • Email de agradecimiento: envía un correo de agradecimiento o manda una invitación en LinkedIn.
  • Reflexión: analiza cómo te has sentido. Si te sentiste bien, es probable que la entrevista haya ido bien. 
  • Práctica continua: revisa tus respuestas. Suele haber una segunda entrevista y los entrevistadores tienen en cuenta si las respuestas mejoran. 
  • Pide feedback al reclutador (si no te lo ofrece) para mejorar.

 

El éxito no es solo conseguir el "sí", sino trabajar tu mejor versión. Para eso, investiga sobre la empresa, practica y analiza. Con la tecnología de hoy en día, no hay excusa para no hacerlo. Hay multitud de simuladores y herramientas de inteligencia artificial que te ayudarán en las distintas fases del proceso. Y, por último, reflexiona sobre los resultados que te den estas plataformas para mejorar y enfrentarte a la entrevista real con seguridad y sin nervios. 

04 de noviembre de 2025