¿No encuentras la casa de tus sueños? Puedes hacerla a tu gusto si optas por comprar una vivienda para reformar. Si tras valorar pros y contras, tienes claro que comprar para reformar es la mejor opción, te vendrán bien algunos consejos para emprender esta aventura.
¿Buscas casa, pero ninguna te convence? Comprar para reformar puede ser la solución. Eso sí, tendrás que tener en cuenta más factores que si la vivienda estuviera para entrara a vivir.
Si quieres tener tu propia casa y has estado mirando opciones, ya sabrás que los bancos suelen conceder hasta el 80% del valor de tasación o precio de compra del inmueble, aunque algunas entidades incrementan este importe hasta el 95% para jóvenes menores de 35 años. La cuestión es si, además del préstamo hipotecario para la compra de la casa, vas a necesitar financiación para afrontar la reforma. Si tienes que pedir otro préstamo, vas a tener que ajustar tu presupuesto.
Eso sí, si vas a realizar obras para hacer tu vivienda más sostenible, puedes tenerlo más fácil. Algunas entidades ofrecen préstamos para la mejora de la eficiencia energética con mejores condiciones de financiación y determinadas comunidades autónomas ofrecen subvenciones para acometer estas reformas. No solo contribuirás al medio ambiente, sino que el valor del inmueble se incrementará.
Si tras valorar pros y contras, tienes claro que comprar para reformar es la mejor opción, te vendrán bien algunos consejos para emprender esta aventura.
Cuando hayas llegado al que será tu hogar, será el momento de empezar con la transformación. Deja volar tu imaginación y piensa cómo puedes adaptar cada espacio a tus necesidades. Tus ideas pueden hacerse realidad. Además de un presupuesto realista, necesitas una planificación adecuada.
1. Solicita la licencia
Tu proyecto podría necesitar una licencia de obra mayor. Para ello, te hace falta el proyecto de un arquitecto que, a su vez, esté visado por su correspondiente colegio profesional. Luego tienes que solicitar la licencia en tu ayuntamiento, abonar las tasas correspondientes y esperar a que te la concedan.
2. Limpia los espacios
Cuando decimos que limpies, estamos yendo mucho más allá del significado convencional de este término. ¿No te gusta la distribución de las habitaciones? Vacíalas por completo y dales un uso distinto. ¿Hay demasiados tabiques? Puedes derribar los que sea posible (consulta con el arquitecto) y hacer un hogar tipo loft.
3. Consulta las ayudas para la rehabilitación energética y las deducciones disponibles
Puedes beneficiarte hasta el segundo trimestre de 2026 del Programa de ayuda a las actuaciones de mejora de la eficiencia energética en viviendas, promovido por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana y financiado con los fondos europeos Next Generation. Contempla actuaciones que permitan:
La concesión es por orden de presentación hasta que se agoten los fondos y lo gestiona cada comunidad autónoma.
Por otro lado, también puedes beneficiarte de la deducción del IRPF por mejoras en la eficiencia energética. Recuerda revisar los requisitos para su aplicación en tu próxima declaración de la renta.
4. Empieza por la cocina y los baños
Para que una vivienda sea habitable, las dos estancias principales son la cocina y los baños. Empieza planificando cómo quieres que sean y consulta a un especialista en interiorismo si necesitas ayuda. Nuestro consejo es que inviertas en electrodomésticos energéticamente eficientes. Esto supone, sin lugar a duda, un ahorro significativo.
5. Sigue con el resto de las estancias
La sala de estar, los dormitorios y el recibidor también requieren atención. Sin embargo, estos espacios son técnicamente menos exigentes, pero precisan un fuerte componente decorativo. Te proponemos armonizar el estilo de todas las estancias y, si no sabes cómo hacerlo, puedes contar con un decorador profesional. Igualmente, puedes utilizar materiales sostenibles, como la madera, el bambú o el lino.
6. Finaliza con el exterior (si tienes)
El último paso implica abrir la puerta de tu casa y decidir qué quieres encontrarte al salir y al entrar. ¿Qué has pensado para el patio? ¿Quieres hacer un jardín o un espacio para el deporte? Si tienes balcones o terrazas, podrías crear un rincón de lectura. Incluso puedes preguntar por la posibilidad de hacer un cerramiento si quieres más privacidad.
En definitiva, comprar para reformar un piso no es una idea descabellada. Realmente, es todo lo contrario, una opción que puede ser muy interesante para tener una vivienda a tu gusto.